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Cultivo del jitomate en casa (guía completa)

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Puedes descargar la guía completa sobre el cultivo del jitomate de manera gratuita en formato PDF, para que puedas tenerla siempre en tu celular u ordenador. Para ello debes hacer click en el siguiente enlace.

Sobre el jitomate

El jitomate es común en todos los hogares del mundo, al ser una planta silvestre, fue domesticada por nuestros ancestros para que todos pudieran tener este rico alimento. Es una planta que requiere de un poco más de cuidados, aunque se categoriza como un cultivo perfecto para empezar en casa tu huerto. Puede sembrarse en macetas en casa y en el suelo.

El jitomate es considerada una planta perenne, aunque después de sus mejores frutos (2 a 3 meses) ya no tiene su misma fuerza y suele marchitarse. Es por ello que, se siembra solo por temporada. Es considerada una planta hermafrodita, es decir, que no necesita de la ayuda de polinizadores, sino que su reproducción comienza con la simple vibración del aire e insectos en movimiento.

¿Cuándo sembrar el jitomate?

El jitomate es una de las hortalizas que puede sembrarse todo el año, si se tiene ciertos cuidados en algunas temporadas específicas. La mejor temporada de siembra para esta hortaliza es primavera, aunque puede sembrarse en verano y otoño también. No es recomendable sembrar en temporadas de invierno, excepto que se tenga lonas o invernaderos para cubrir de temperaturas muy bajas.

Le gusta la humedad, pero se debe tener cuidado, ya que, es una planta que puede generar un desarrollo lento y puede pudrirse al tener exceso de humedad. Al igual que algunas hortalizas, existen diferentes tipos de jitomates en los cuales algunas plantas les gusta más los ambientes silvestres, húmedo, mientras que otros requieren de más sol. Lo que tienen de similitud es que cualquier variedad puede sembrarse en sombra, semi-sombra y sol completo. Tú decides y analiza bien el tipo de jitomate.

Antes de sembrar

Para poder compartirte la forma correcta de sembrarse, es recomendable primero hablar de estos pequeños factores para tener mejores resultados.

Luz

Como se mencionaba anteriormente, el jitomate puede sembrarse en sombra, semisombra y sol. Dependerá el tipo planta, pero sabemos de acuerdo a nuestra experiencia que el jitomate tiene mejor rendimiento en semi-sombra. Cuando se tenga en sombra, es recomendable que entre luz en 360° de lo contrario se alargara en busca de la luz. Aclarando que teniendo sol directo puedo desarrollarse adecuadamente también.

Suelo

La planta de jitomate le gusta tener en el suelo gran cantidad de materia orgánica, un suelo suelto y bien aireados. Puedes combinar en tu suelo o maceta, composta o tierra fértil, jal tierra o perlita y hojarasca. Las proporciones pueden ser las siguientes, de acuerdo al tamaño de la maceta o el límite que pondrás en el suelo: 60% de composta, 20% de jal-tierra o perlita y 20% de hojarasca molida.

Agua

Es necesario el agua para que la semilla germine y la planta crezca. Humedecer la tierra es fundamental antes de poner la semilla, y mantener la humedad (no encharcar). Se recomienda regar todos los días, sin excederse o bien 3 a 4 veces por semana. La planta de jitomate requiere como mínimo 2 litros de agua diarios en su etapa joven-adulta.

¿Cómo sembrar el jitomate?

La siembra más recomendable para esta hortaliza es la siembra indirecta. Ya que, es la manera más efectiva en que puede estimularse su crecimiento. La semilla de jitomate se entierra aproximadamente de 0.5 a 1 cm y debe mantenerse húmeda la tierra en la que están las semillas. Colocar de 2 a 3 semillas por orificio del semillero o de alguna maceta pequeña.

Para preparar tu semillero o macetas en donde se colocarán las semillas, es necesario el uso de composta o lombricomposta para acelerar el proceso de germinación. Es importante mencionar que se puede hacer siembra directa, esto será opcional.  Si es así, procura poner 3 semillas por cada hoyo (en el surco a poner) con una separación de 20 a 30 cm.

Germinación.

Podrás notar los primeros brotes en poco tiempo: mínimo 2 días, máximo 7 días. Si después de 7 días, no brota, existen demasiados factores por el cual no haya brotado. Sin embargo, no te desanimes, vuelve a intentarlo. Seguro esta vez lo hace. Procura revolver la tierra antes de que coloques nuevas semillas.

Cultivo del jitomate

Te explicamos todos los cuidados que implica la planta de jitomate. Recuerda que no hace falta más que la observación y la paciencia en este proceso. No te desanimes por cuestiones negativas que puedan pasar, al principio suele haber errores e incluso cuando uno tiene tiempo en ello no se deja de aprender todos los días. Estos puntos son el inicio del cultivo del jitomate, cuando veas los primeros brotes empezara esta pequeña aventura.

Trasplante y aclareo

El jitomate es una de las plantas que necesita un trasplante, después de haber germinado y crecido lo suficiente en su primer lugar de nacimiento (semillero o maceta pequeña). La regla es que como mínimo la planta debe tener 12 cm de altura o haber desarrollado sus primeras 4 hojas verdaderas (las primerizas). 

Primera fase

En el trasplante se hará en 2 fases, la primera fase consiste en hacer el trasplante a una maceta pequeña (300 a 500 ml) o bien si utilizaste una maceta pequeña pasarla a una más grande. Es fundamental tener solo 1 planta en la maceta a trasplantar para que se desarrolle, si en el lugar crecieron las 3 semillas vertidas, separa estas 3 en diferentes macetas. Dejarlas en la maceta entre 1 a 2 semanas, teniendo el cuidado básico de una planta; regar y mantenerla en su lugar casi definitivo, es decir si pondrás el cultivo en el sol, semi sombra o sombra. Para que esta vaya adaptándose.

Segunda fase

Después comienza la segunda fase. Cuando pase el tiempo definido en la primera fase, la planta tendrá entre 20 a 30 cm de altura y habrá desarrollado un tallo principal más ancho. Es aquí donde volveremos a trasplantar la planta en su lugar definitivo; maceta o suelo. Se debe tener en cuenta una separación entre plantas de mínimo 20 cm. Es muy importante hacer la actividad de trasplante, cuando el sol se esté metiendo. Regar antes de sacar la planta y cuando la planta este en un nuevo lugar. Podar los tallos secos y si es que broto alguna flor también, con la intención de que su energía se centre en crecer en su nuevo lugar.

No es obligación pero es una muy buena recomendación, cubrir la planta trasplantada con algún recipiente plástico por lo menos 1 día. También mencionar que la segunda fase del trasplante se puede eliminar y se puede proseguir solo con la primera, sin embargo, en muchas ocasiones cuando la planta se trasplanta muy joven tiende a morir. Es necesario regar por lo menos 2 días seguidos el trasplante para que la planta se reponga.

Riego

El riego para el jitomate es necesario de manera frecuente pero no en abundancia, ya que, no son tan profundas sus raíces, de hecho, es una de las plantas que no tolera los encharcamientos. Es una planta que no resiste la falta de agua, hay plantas que pueden reponerse al volverse a regar, pero el jitomate en ocasiones es muy difícil su recuperación. Por lo tanto, no dejes que el suelo seque.  

Esto lo decidirás tú, siempre procura observar y sentir la tierra. Si crees que es conveniente regar y ves que la planta lo necesita, hazlo. Recuerda que es distinto en maceta y en suelo directo y en cada variedad. Te compartimos nuestra experiencia:

  • En maceta en sombra o semi sombra: 3 veces por semana y empapar bien.
  • Maceta en sol: 4 veces por semana y empapar bien.
  • Suelo en semisombra o sombra: 3 veces por semana y que sea profundo.
  • Suelo en sol: 4 veces por semana y que sea profundo.

No lo consideres del todo, puede variar la estación, la región, el suelo, el clima. Es por ello que debes empezar a experimentar por tu cuenta. Recuerda mucha agua puede podrir, poca agua puede secar.

Entutorado

El entutorar plantas es una de las actividades en que solo algunas hortalizas se deben llevar acabo. En el caso de la planta de jitomate, es necesario para que la planta crezca y esta no se quebré con el viento o el peso de los frutos. El en tutorar es la simple acción de poner un refuerzo con algún material para que la planta se guie en su crecimiento.

Para ello te mostraremos 3 tutores que puedes realizar en casa, ya sea para maceta o para un cultivo en el suelo. El tutor se debe crear o colocar, justa a la par del trasplante para que la planta se vaya guiando. Puedes invertir en adquirir alguno o puedes realizarlo por tu cuenta.

  • Tutor simple con un palo de madera o fierro.
  • Tutor con malla y postes.
  • Tutor común de bambú o postes.

Poda

El podar el jitomate es importante, más cuando se tiene un surco o muchas plantas juntas. Con la intención de airear y además de estimular su crecimiento. Cuando la planta alcance una altura de más de 150 cm es importante podar su tallo principal, no siempre alcanzan dicha altura. Poda las hojas que se invaden entre sí, las hojas secas y/o amarillas.

Plagas y enfermedades

El jitomate es una planta que le gusta la humedad, sin embargo, no tolera que el suelo este compactado o inundado y es muy propenso a generar enfermedades y plagas cuando no se encuentra en óptimas condiciones. Para ello una de las enfermedades más comunes que existe en el jitomate son:

  • Alternariosis.
  • Oídio.
  • Antracnosis
  • Podredumbre gris.
  • Mildiu.

Entre las plagas más comunes del jitomate siempre estará la mosca blanca. El jitomate es muy propenso a generar plagas, ya que es una planta de climas húmedos. Entre otras plagas están: la araña roja, trips, minadores de hoja, pulgón y orugas. Existe un tipo de plaga llamada toritos verdes, los cuales son otros de las plagas que pueden ser perjudiciales para la planta.  

Fertilización

El jitomate es una planta que requiere de gran materia orgánica en el suelo, por lo tanto, es recomendable fertilizar 2 a 3 veces. La primera fertilización se puede realizar en su primer trasplante en maceta, agregando a su mezcla buena cantidad de composta o lombricomposta. La segunda fertilización se realiza cuando se trasplanta a su lugar definitivo, aportando al suelo el sustrato cargado de nutrientes.

La tercera fertilización es opcional y es de acuerdo al criterio propio, pues dependerá si en el suelo ya existe gran porcentaje de fertilización y se realiza cuando la planta está en floración. Los fertilizantes que puedes usar son líquidos (que actúan de manera más rápida) o solidos que con el tiempo agregaran nutrientes a la tierra. Los mejores siempre serán: la composta, lombricomposta, bocashi, Microorganismos eficientes o estiércol de cualquier animal de corral.

Crecimiento

Después de la germinación y sus respectivos trasplantes, las plantas irán creciendo. Mientras unas tardan, otras pueden morir y otras se ponen bellas. Es importante observar, e ir en ocasiones guiando la planta o amarrando si es necesario a los tutores. Así será un tiempo aproximado de 3 meses, debes saber que en ocasiones puede formarse una flor y esta se caiga o que las hojas se marchiten. El jitomate es rápido por lo tanto quizás desde chica pueda desarrollar sus primeras flores. También observarás que tendrá brazos secundarios y estos irán desarrollándose.

Cosecha del jitomate

La cosecha está ligado a la maduración del jitomate, por ello es importante que sepas el color del fruto. El color verde es su color natural de inicio, por lo tanto, es un color de inmaduración y al tocarlo es duro. Con el tiempo ira cambiando a color naranja – amarrillo, el cual significa que está empezando el proceso de maduración y el fruto se vuelve más suave. Por ultimo está el color rojo, que es su estado completo de maduración del fruto y se siente esponjoso.

La cosecha de jitomate, es sencilla. Solo consta de cosechar aquel fruto maduro que esté completamente rojo. Aquí podrás notar que no todos tienen el mismo tamaño y que hay frutos que quizás estén deformes. Solo consta de mover el fruto con los dedos o mano y solo vendrá a ti.

Cabe aclarar que incluso se puede cosechar aquellos jitomates de color naranja – amarillo y esperar a que maduren fuera de la planta. Tu decide, también puede determinar el tiempo de cosecha de acuerdo al lugar, debido a que si un fruto madura es alimento para aves, lagartijas y otros animales. Quizás para ti sea más conveniente cosechar el fruto en color naranja para evitar pérdidas.

¿Cómo reproducir el jitomate?

Una de las practicas que debes considerar siempre es la reproducción de la hortaliza. Al ser distintas variedades de hortalizas, no todas suelen reproducirse igual. En este caso el jitomate se puede reproducir de 2 formas; por semilla o por brazo.

Por semilla. Es la reproducción más común en la cual consiste en dejar madurar el jitomate por un largo periodo hasta que este se arrugue o se caiga por sí solo. Es recomendable seleccionar un jitomate grande y en buenas condiciones de la mejor planta que se tenga, para poder obtener la semilla de ese fruto con buenos genes. A este fruto solo le queda extraer las semillas, enjuagarlas y secarlas bien para que sean almacenadas.

Por brazo. Es una forma de reproducir el jitomate de una manera más rápida sin la utilización de semillas, aunque no siempre se tiene éxito. La reproducción consiste en extraer un brazo o bien llamado tallo secundario de la planta, justamente desde la axila. Este tallo o brazo se coloca en agua, para que enraíce y posteriormente se entierra en una maceta para que inicie su desarrollo. Procura que este brazo no tenga flores y tenga poco tiempo en desarrollo.

Consejos y tips

  • Observa constantemente, la observación puede salvarte de cualquier imprevisto negativo.
  • Es muy importante hacer la actividad de trasplante, cuando el sol se esté metiendo.
  • Regar antes de sacar la planta y cuando la planta este en un nuevo lugar.
  • Siempre vuelve a intentarlo, muchas personas se quedan con la idea de “no se me da” o “no tengo buena mano”. Esto debido a que siempre las primeras veces se cometen errores y siempre se sigue aprendiendo en el mundo de las plantas.
  • No esperes una temporada para sembrar, siempre puedes tener éxito. Muchas de las ocasiones el éxito va en cuestión del cuidado de las plantas y no tanto del tiempo.
  • Siempre es bueno empezar a reproducir tus propias hortalizas. El jitomate es un buen cultivo para iniciar por su fácil acceso a la semilla.
  • No importa en qué lugar estés, siempre se puede tener plantas.
  • Procura siempre tener el suelo húmedo, suelto y para mejores resultados en semisombra.  
  • La poda es importante para airear el lugar de las tomateras.
  • No esperes hasta que crezcan demasiado para poner el tutor.  
  • Observarás frutos que pueden tener deformaciones en su crecimiento. No los tires, siguen siendo comida.  
  • La mayoría de los tipos de jitomate necesita tutores para su crecimiento.
  • Adapta la planta, antes de trasplantar en su lugar definitivo. Para tener éxito en el trasplante.
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Cultivo de la lechuga (Guía completa)

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Puedes descargar la guía completa sobre el cultivo de la lechuga de manera gratuita en formato PDF, para que puedas tenerla siempre en tu celular u ordenador. Para ello debes hacer click en el siguiente enlace.

Sobre la lechuga.

La lechuga, a pesar de la existencia de diferentes variedades de lechugas, se considera dentro de la categoría de los cultivos fáciles y básicos para empezar tú huerto en casa. Es una planta sencilla que solo necesita ser sembrada en óptimas condiciones. Se puede cultivar directamente en el suelo o en una maceta con gran profundidad.

La lechuga es considerada una planta anual o de temporada, es decir, que solo se puede cosechar 1 vez antes de florear. Esta hortaliza es querida por muchos y se consume en todo el mundo por la cantidad de platillos y acompañamientos que tiene este exclusivo vegetal.

¿Cuándo sembrar la lechuga?

La lechuga es un grupo de hortalizas que se puede dar todo el año. Al ser una planta que le encanta el agua, puede tener mejores resultados en temporadas húmedas y frescas como el invierno, el otoño y temporada de lluvias. En primavera y verano por el calor puede ser que la planta lo resienta y busque su rápida floración, se puede contrarrestar con algunos tips para conservar la humedad y dar sombra.

Al tener diferentes tipos de lechugas, estas son muy caprichosas y no todas les gusta el exceso de calor y de sol. Debes considerar el tipo de lechuga que sembrarás y experimentar, en la mayoría son parecidas en cuidados, suelos y tiempos.

Antes de sembrar

Para poder compartirte la forma correcta de sembrarse, es recomendable primero hablar de estos pequeños factores para tener mejores resultados.

Luz.

Como se mencionaba anteriormente, la lechuga es una planta que puede crecer en sol y en semi-sombra. Aunque hemos tenido la experiencia, que a las plantas especialmente orejona, italiana y tropical les gusta la semi-sombra. Pero sabemos también que existen variedades que necesitan estar en pleno sol.

La recomendación es que en esta planta si se requiere de luz completamente a sus alrededores (360°), para que crezca uniforme y no se alargué. Si cuentas con un espacio donde solo se recibe luz por arriba, la planta se alargará y no se producirá adecuadamente, pero no es una limitante.

Suelo.

La lechuga requiere de suelos sueltos y bien drenados pero que puedan retener bien la humedad, ya que, la lechuga requiere de constante humedad. Combina en tu suelo o maceta: composta, jal-tierra o perlita y, hojarasca molida, fibra de coco o aserrín limpio. Las proporciones pueden ser las siguientes, de acuerdo al tamaño de la maceta o el límite que pondrás en el suelo: 60% de composta, 20% de jal-tierra o perlita y 20% de hojarasca molida, fibra de coco o aserrín.

Agua.

Es necesario el agua para que la semilla germine y la planta crezca. Humedecer la tierra es fundamental antes de poner la semilla, y mantener la humedad (no encharcar). Se recomienda regar todos los días, sin excederse.

¿Cómo sembrar la lechuga?

 La siembra se puede realizar de manera directa o indirecta. Cualquiera de las 2 opciones son eficientes, sin embargo, esto lo definirás tú de acuerdo a lo que se te haga más práctico y sencillo. Sea de las 2 formas, la semilla de lechuga no se entierra profundamente, sino que, se pone la semilla por encima del suelo y se cubre con una capa muy delgada de tierra. Al igual es recomendable que siempre se mantenga húmeda la tierra y protegerla del sol, para que germinen más rápido.

Si es en semillero, procura humedecer previamente y colocar 5 semillas por orificio. Con tu dedo presionar poco las semillas para que queden bien prensadas y posteriormente agregar una capa fina de composta o lombricomposta. Si es en el suelo directo, traza un surco no tan profundo, humedece y dentro de él, coloca 5 semillas por cada 15 cm de distancia. Cúbrelas de igual forma con una capa delgada de tierra y presiona poco para que se prensen.

Si es en maceta, dependiendo del tamaño y si pretendes tener solo 1 o varias en la maceta, asigna el punto donde pondrás las semillas y separa igualmente por 15 cm. Agrega la capa fina y presiona. Una planta de lechuga crece perfectamente en una maceta de 3 litros como mínimo.

Germinación.

Podrás notar los primeros brotes en poco tiempo: mínimo 2 días, máximo 7 días. Si después de 7 días, no brota, existen demasiados factores por el cual no haya brotado. Sin embargo, no te desanimes, vuelve a intentarlo. Seguro esta vez lo hace. Procura revolver la tierra antes de que coloques nuevas semillas.

Cultivo de la lechuga

Te explicamos todos los cuidados que implica la planta de lechuga. Recuerda que no hace falta más que la observación y la paciencia en este proceso. No te desanimes por cuestiones negativas que puedan pasar, al principio suele haber errores e incluso cuando uno tiene tiempo en ello no se deja de aprender todos los días. Estos puntos son el inicio del cultivo de la lechuga, cuando veas los primeros brotes empezara esta pequeña aventura.

Aclareo

El aclareo se realiza después de 2 a 3 semana de que hayan brotado las semillas, debido a que al ser pequeñas y de lento crecimiento pueden morir antes del tiempo mencionado. El aclareo consiste en extraer de aquel surco o espacio el exceso de plantas que hayan crecido en un mismo lugar.

Se recomienda en el caso de semilleros, dejar crecer las plantas ahí mismo y después trasplantar las más grandes. Muchos realizan este método y dejan a un lado las otras plantas extraídas, aunque es preferible aprovechar y colocarlos en otro sitio como un trasplante más no necesario. Como dicen “si nació es por algo”.

Dejar 1 planta por espacio y trasplantar con una distancia mínima de 15 cm entre plantas. 

Riego

El riego en la lechuga es necesario de manera regular y abundante, ya que, las raíces se reproducen rápido y tienen un gran alcance. Esto quiere decir que, las raíces necesitan gran humedad para seguir creciendo y alimentándose, haciendo que las raíces se extiendan más hacia los lados, pero no tan profundas. La lechuga es una de las plantas que más reciente la falta de agua, procura nunca dejar que la tierra seque.

Esto lo decidirás tú, siempre procura observar y sentir la tierra. Si crees que es conveniente regar y ves que la planta lo necesita, hazlo. Recuerda que es distinto en maceta y en suelo directo y en cada variedad. Te compartimos nuestra experiencia:

  • En maceta en sombra o semi sombra: 2 veces por semana y empapar bien.
  • Maceta en sol: 3 veces por semana y empapar bien.
  • Suelo en semisombra o sombra: 3 veces por semana y que sea profundo.
  • Suelo en sol: 4 veces por semana y que sea profundo.

No lo consideres del todo, puede variar la estación, la región, el suelo, el clima. Es por ello que debes empezar a experimentar por tu cuenta. Recuerda mucha agua puede podrir, poca agua puede secar.

Podar

 La lechuga no es una planta que necesite de podarse, solo es necesario cada cierto tiempo quitar las hojas pequeñas y secas para que pueda seguir creciendo. También se puede quitar aquellas que estén empalagadas o enfermas.

Plagas y enfermedades

La lechuga es común que enferme por exceso de humedad o falta de ella. Si empiezas a notar apariciones de enfermedad, lo más recomendable es dejar regar o agregar humedad necesaria, airear la tierra, y adicionalmente aplicar un fungicida para erradicar los síntomas. Al igual de estar atentos en las hojas, ya que ahí aparecen los síntomas en forma de manchas u hongos en las hojas.

  • Alternaria.
  • Oídio.
  • Septoria.
  • Mildiu.

Las plagas que mayor generan daño son los gusanos grises, la mosca blanca y trips. Es importante rociar un insecticida natural 1 vez por semana para prevenir la aparición de estos insectos, ya que si no se ven a tiempo se reproducen rápidamente y devoran toda la planta. También existen la araña roja, minadores, caracoles y chapulines, sin embargo, estas no causan tanto daño. Esto no quiere decir que no se deba de prevenir, ni tratar cuando está invadido.

Fertilización

 La fertilización dependerá si agregaste al principio fertilizante o no. Aunque es una planta que no requiere de grandes aportes nutrimentales, es necesario una sola vez como mínimo fertilizar. Puede ser desde el principio o cuando la planta tenga 1 mes de crecimiento. Si se requiere mejores resultados, se puede fertilizar 2 veces en su crecimiento. Desde el principio y después de 1 a 2 meses.

Los fertilizantes que puedes usar son líquidos (que actúan de manera más rápida) o sólidos que con el tiempo agregaran nutrientes a la tierra. Los mejores siempre serán: la composta, lombricomposta, bocashi, Microorganismos eficientes o estiércol de cualquier animal de corral.

El crecimiento

Después del aclareo y estar regando constantemente, las plantas irán creciendo. Mientras unas tardan, otras pueden morir y otras se ponen bellas. Así tendrá que cumplir el ciclo hasta aproximadamente 2 meses. Aquí es importante estar observando las plantas y cuidarlas para tener resultados estupendos. Cabe mencionar, que, si se tiene una planta demasiado tiempo en una maceta pequeña, en semillero o en un lugar donde no se ha desarrollado bien, subirá a flor sin haber producido como se esperaba.

Cosecha de la lechuga

 En la lechuga y en la mayoría de plantas de hoja hay 2 formas de cosechar, las 2 son aceptables, pero dependerá de cómo quieres orientar la cosecha. La lechuga dependiendo la zona, el suelo, la fertilización, la humedad, el sol y la variedad de lechuga puede cosecharse desde el primer mes o hasta el tercero.

Cosecha por hoja. Esta forma de cosechar se realiza adquiriendo hoja por hoja dejando siempre el tallo principal, pero sin dejarlo sin hojas, siempre dejando unas cuentas para que no se ponga triste. Se recomienda, hacerlo por la mañana o metiéndose el sol, y de preferencia cuando se necesite consumir o cuando ya tenga gran cantidad de hojas. Aquí puede ser desde el primer mes, siempre y cuando las hojas estén en su tamaño ideal.

Cosecha por planta. Esta es la forma tradicional y es que se cosecha después de 2 a 3 meses. Siendo utilizada 3 técnicas; quitando la planta desde la raíz, el puro cogollo o bien con una parte del tallo principal. Aquí se debe determinar cuando la planta y sus hojas estén muy apretadas entre sí, verdes y de buen tamaño.

En nuestra experiencia, rinde más y se crea una mejor organización en cosechas por hoja. Puesto que una cosecha abundante de hojas se puede almacenar por máximo 1 mes y se puede compartir con personas cercanas a ti, mientras se siguen desarrollando más hojas. También mencionar que no es recomendable cosechar cuando la planta esta o empieza a subir a floración, ya que sus hojas pueden cambiar de sabor.

¿Cómo reproducir la lechuga?

Una de las practicas que debes considerar siempre es la reproducción de la hortaliza. Al ser distintas variedades de hortalizas, no todas suelen reproducirse igual. En este caso la lechuga se reproduce por semilla, es decir, que se deja la lechuga florear para que después vengan las semillas. La floración puede venir demasiado rápido o en un tiempo “normal”, esto depende el tiempo que lleva la planta, el tamaño del espacio en donde está, el clima y la humedad. Cuando son temporadas calurosas o que no se humedece constantemente el suelo, la planta se subirá a flor rápidamente. Puede florear de 2 a 3 meses y para que se produzcan semillas de 2 a 3 semanas.

La planta de lechuga, florea como una planta “común”. Se alarga su tallo principal y florece, en algunas ocasiones se recomienda colocar algún tutor para que no se quebré por vientos. Aquí sus cuidados son los mismos hasta que termines de cosechar todas sus semillas.

Cuando las semillas están completas o maduras, el capullo de la flor se cierra y dentro de él tiene la semilla con una pelusa blanca (como diente de león). No debes esperar mucho, ya que las semillas de lechuga no son pesadas y el aire puede llevárselas, el momento exacto es cuando esta pelusa este muy abierta y el capullo este rellenito tornándose un poco café-amarillo.

Cuando termina de florear y termines de cosechar, el ciclo de la planta ha terminado. En ocasiones pueden seguir naciendo tallos secundarios de semillas, pero no tendrá la misma producción y perderás mucho tiempo. Incluso hay quienes cosechan toda la planta cortando el cogollo o el tallo principal y la planta rebrota para florear.

Consejos y tips.  

  • Observa constantemente, la observación puede salvarte de cualquier imprevisto negativo.
  • Siempre vuelve a intentarlo, muchas personas se quedan con la idea de “no se me da” o “no tengo buena mano”. Esto debido a que siempre las primeras veces se cometen errores y siempre se sigue aprendiendo en el mundo de las plantas.
  • No esperes una temporada para sembrar, siempre puedes tener éxito. Muchas de las ocasiones el éxito va en cuestión del cuidado de las plantas y no tanto del tiempo.
  • Siempre es bueno empezar a reproducir tus propias hortalizas. La ventaja es que puedes cosechar las hojas y al mismo tiempo dejarlas para semilla.
  • No importa en qué lugar estés, siempre se puede tener plantas.
  • La lechuga si le gusta el agua, pero cuidado de excederse. También puede enfermar rápido.
  • Si el lugar donde está la o las plantas de lechuga tienen todo el día el sol, es mejor sombrear para tener mejores resultados (con malla sombra).
  • NO tires todas las hojas, muchas veces en la cosecha creemos que una hoja no sirve solo por tener manchitas o partes amarillas. Basta con quitar la parte dañada o si es algo menor no pasará nada.
  • Elimina hojas chicas, amarillas (completamente) o secas.
  • Es un hecho que se puede tener lechuga en casa, sin tanto sol, ni tanta luz. Sin embargo, tendrá un aspecto diferente ya que se alargará como si subiera a flor.
  • Experimenta con el tipo de lechuga que desees. Toma en cuenta que muchas variedades prefieren más sombra y otras más sol.
  • La lechuga consumida popularmente, no es el mismo sabor que las otras que sembrarás. Estas son un poco más amargas, pero con mejores nutrientes.
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Cultivo del rábano (guía completa)

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Sobre el rábano.

El rábano es uno de los cultivos más fáciles que existen, debido a que es una planta de rápido crecimiento, no necesita muchos cuidados, no requiere de grandes aportes nutrimentales y puede cosecharse en menos de 2 meses. El rábano es considerado una planta anual o de temporada, es decir, que solo se cosecha 1 sola vez después del fruto o da flor y muere.

Aunque es una hortaliza no muy querida por su sabor “enchiloso”, es recomendable por sus múltiples beneficios en la salud y además de ser un cultivo base para iniciar tus prácticas de cultivo en casa.

¿Cuándo sembrar el rábano?

El rábano es un grupo de hortalizas que se puede dar todo el año. Aunque sus mejores tiempos son en primavera y otoño, ya que puede disminuir su producción en heladas y sufrir grandes pérdidas en lluvias por la aparición de plaga y pudrición.

También varía del tipo de rábano, puesto que no todas las especies de rábano son el mismo. Si estás por empezar un huerto en casa, inténtalo sin importar la estación o temporada hasta que vayas adquiriendo experiencia con la práctica. Después podrás planear o escalonar las siembras para tener cosechas todo el año.

Antes de sembrar

Para poder compartirte la forma correcta de sembrarse, es recomendable primero hablar de estos pequeños factores para tener mejores resultados.

Luz.

El rábano puede sembrarse en pleno sol o en semi-sombra. Cualquiera de las dos formas tendrás resultados, aunque hay diferencia en sus tiempos para crecer. Esto quiere decir que si se siembra en pleno sol tendrás resultados más rápidos y con menos labores. Por otro lado, si siembras el rábano en semisombra o incluso en la sombra, su crecimiento será más lento y tendrás que realizar un aporcado, ya que, las plantas se estiran buscando la luz y muchas de las veces se quiebran.

Tierra o suelo.

 El rábano no requiere de suelos específicos, por el hecho de que se adapta a cualquier suelo. Pero la recomendación siempre es tener un suelo rico en materia orgánica, suelto y que drene adecuadamente el agua.

Agua.

Es necesario el agua para que la semilla germine. Humedecer la tierra es fundamental antes de poner la semilla, y mantener la humedad (no encharcar) hasta que germine.

¿Cómo sembrar rábano?

 Es recomendable que la semilla se siembre directa en la tierra donde se ubicaran definitivamente. Puede sembrarse en semilleros, aunque muchas de las veces no suelen aguantar el trasplante. La semilla debe cubrirse o enterrarse un máximo de 1 cm, ya que, si se siembra 2 cm, en ocasiones no suele llegar a germinar. Puedes sembrarlas de 2 formas: al chorrillo o por hoyo.

Cualquiera es correcta, si es a chorrillo tendrás que abrir un surco para arrogar las semillas y cubrir el surco con tierra. Si es por hoyo, procura colocar de 2 a 3 semillas por hoyo con una distancia mínima de 5 cm entre plantas y 10 a 8 cm entre surco para aprovechar al máximo el espacio. Estos dos métodos los puedes realizar en el suelo o en macetas (lo puedes replicar en escala pequeña).

Germinación.

Podrás notar los primeros brotes en poco tiempo: mínimo 2 días, máximo 7 días. Si después de 7 días, no brota, existen demasiados factores por el cual no haya brotado. Sin embargo, no te desanimes, vuelve a intentarlo. Seguro esta vez lo hace. Procura revolver la tierra antes de que coloques nuevas semillas.

Cultivo del rábano

Te explicamos todos los cuidados que implica la planta de rábano. Recuerda que no hace falta más que la observación y la paciencia en este proceso. No te desanimes por cuestiones negativas que puedan pasar, al principio suele haber errores e incluso cuando uno tiene tiempo en ello no se deja de aprender todos los días. Estos puntos son el inicio del cultivo de rábano, cuando veas los primeros brotes empezara esta pequeña aventura.

Aclareo.

El aclareo se realiza después de 1 semana de que hayan brotado las semillas. El aclareo consiste en extraer de aquel surco u hoyo el exceso de plantas que hayan crecido en un mismo lugar. Muchos realizan este método y dejan a un lado las plantas extraídas, aunque es preferible aprovechar y colocarlos en otro sitio como un trasplante más no necesario. Como dicen “si nació es por algo”.

En el caso de siembra a chorrillo procura dejar plantas con distancias considerables. Por otro lado si es por hoyos, deberás dejar una planta por hoyo.

Riego.

El riego en el rábano es necesario de manera regular, ya que, las raíces suelen ser pequeñas y no tienen gran alcance. Esto quiere decir que las raíces se encuentran en las primeras capas del suelo, haciendo que el sol seque rápidamente esta capa. Es recomendable un riego frecuente, pero sin tanta cantidad o bien pude ser abundante y espaciar los riegos.

Esto lo decidirás tú, siempre procura observar y sentir la tierra. Si crees que es conveniente regar y ves que la planta lo necesita, hazlo. Recuerda que es distinto en maceta y en suelo directo. Te compartimos nuestra experiencia:

  •  Maceta en sombra o semi sombra: 2 veces por semana.
  • Maceta en sol: 3 veces por semana.
  • Suelo en semisombra o sombra: 3 veces por semana.
  • Suelo en sol: 4 veces por semana.

No lo consideres del todo, puede variar la estación, la región, el suelo, el clima. Es por ello que debes empezar a experimentar por tu cuenta. Recuerda mucha agua puede podrir, poca puede secar.

Podar.

El rábano no es necesario estarlo podando, a excepción de que se tengan muchas plantas juntas y que la hoja esté en plagada, enferma o seca. Que una hoja seque (se torne amarilla) es un ciclo normal, pero se debe estar atento a que no sea por exceso o falta de agua.

Se debe tener cuidado de no podar todas sus hojas, ya que si se deja sin hojas hay una alta probabilidad de que la planta no sobreviva. Intenta podar temprano cuando el sol no es tan fuerte o por el atardecer cuando el sol se está metiendo.

Plagas y enfermedades.

 El rábano es poco común que se enferme, la enfermedad en la mayoría de las veces sucede por el exceso de agua. Si empiezas a notar apariciones de enfermedad, lo más recomendable es dejar regar y aplicar un fungicida para erradicar los síntomas. Al igual que estar atentos en las hojas, ya que ahí aparecen los síntomas en forma de manchas u hongos en las hojas.

  • Mildiu.

Las plagas que mayor generan daño son las orugas. Es importante rociar un insecticida natural 1 vez por semana para prevenir la aparición de estos insectos, porque si no se ven a tiempo se reproducen rápidamente y devoran toda la planta. También existen las moscas blancas, la araña roja y caracoles, sin embargo, estas no causan tanto daño. Esto no quiere decir que no se deba de prevenir, ni tratar cuando está invadido.

Fertilización.

Como se mencionó al principio, el rábano no requiere de fertilización, una vez sembrada en tierra fértil (nutritiva). No obstante, hay quienes optan volver a fertilizar después del primer mes, para tener rábanos más sanos, fuertes y grandes.

La mejor forma de fertilizar es con composta, lombricomposta, bocashi o ME. Puedes fertilizar de manera líquida o sólida.

El crecimiento.

Después del aclareo, estar regando constantemente y podar cuando se requiera, las plantas irán creciendo. Mientras unas tardan, otras pueden morir y otras se ponen bellas. Así tendrás que cumplir el ciclo hasta aproximadamente 1 mes y medio. Aquí es importante estar observando las plantas y cuidarlas para tener resultados estupendos.

Es imposible que no aparezcan plagas, insectos y otras hierbas. Solo observa y actúa justo en el momento. Aprecia y contempla la belleza.

Cosecha del rábano

Cuando se cumplan aproximadamente el mes y medio se puede realizar la cosecha. Aunque es importante, saber previamente si el fruto ya está en condiciones para ser recolectado. El primer factor es el tiempo, pero no siempre es el mismo para todas las plantas, puesto que no todas se desarrollan igual.

La cosecha en este tipo de cultivo (raíz) es como dicen un “salto de fe”, haciendo referencia a que no se puede saber 100% si el fruto está listo. Una recomendación es ver la parte superior del fruto, si está bien formado, redondo y grande, se procede a cosechar. Si se nota chico todavía, se puede dejar hasta completar el 2.º mes. Recuerda que las apariencias engañan, puede que se vea un fruto pequeño, pero en realidad por debajo es grande o viceversa.

Esto es a prueba y error, no te frustres o te pongas mal por haber “cosechado mal”. Es una experiencia y cada vez se cosecha distinto. La cosecha solo se realiza tomando del fruto y se jala hacia arriba, se quita la parte de las hojas y la raíz. Se enjuaga y se guarda. La mejor es cosechar el rábano o los rábanos que se vayan a utilizar en ese momento, para que el fruto no se reseque.

¿Cómo reproducir el rábano?

Una de las prácticas que debes considerar siempre es la reproducción de la hortaliza. Al ser distintas variedades de hortalizas, no todas suelen reproducirse igual. En este caso el rábano se reproduce por semilla, es decir, que se deja al rábano florear para que después vengan las semillas.

Para que se produzca la flor, es necesario dejar el fruto (sacrificarlo) y así tener semillas. El tiempo de floración varia, pero puede durar entre 3 a 6 meses. En este caso, debes tener los mismos cuidados que cuando se tenían al principio en la planta. Además, debes considerar que es una planta que suele alargarse demasiado en este proceso, por lo que es indispensable colocar un tutor.

Después de que aparezcan las flores, desarrollaran unas vainas chicas en donde contendrán las semillas. Para recolectarlas, debes esperar a que las vainas se tornen rojas-amarillas. Cuando esto suceda, no debes regar más y debes esperar a que la planta seque por si sola. Finalmente, podrás recolectar las vainas y sacar sus semillas.

Consejos y tips.

  • Cuidado al agarrar las hojas, suelen tener pequeñas espinas inofensivas que pueden doler al tacto.
  • Haz siempre un riego equilibrado.
  • Si se alarga la planta (cuando germina), procura hacer un aporcado para que el tallo pueda estar enterrado.
  • Observa todo el tiempo, la observación puede salvarte de cualquier imprevisto negativo.
  • Siempre vuelve a intentarlo, muchas personas se quedan con la idea de “no se me da” o “no tengo buena mano”. Esto debido a que las primeras veces se cometen errores y es un proceso normal.
  • No esperes una temporada para sembrar, siempre puedes tener éxito. Muchas de las ocasiones el éxito va en cuestión del cuidado de las plantas y no tanto del tiempo.
  • Siempre es bueno empezar a reproducir tus propias hortalizas. Procura dejar algunas plantas para semillas y otras para cosechar el fruto.
  • No importa en qué lugar estés, siempre se puede tener plantas.
  • Recuerda que hay variedades de rábanos, por lo que es importante que sepas cuál siembras. Este guía es en general cualquier tipo de rábanos, sin embargo, puede surgir variaciones en algunos cuidados.
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Sembrar en casa | ¿Cómo hacerlo?

Cuando tienes tu huerto en casa o estás en ese proceso. Es necesario considerar hablar sobre el sembrar en casa o simplemente en cualquier espacio. No es algo complejo, pero las diferentes variedades de hortalizas tienen su propia forma de ser sembradas. Esto influye en su profundidad, en el tipo de siembra y otros temas en los que hablaremos en este apartado. Para ello veremos algunos conceptos generales y la importancia de las siembras.

¿Qué es sembrar en casa?

Cuando se escucha esta palabra, hace referencia al simple hecho de poner una semilla en el suelo. Con la idea de que nos dé cosecha en el futuro. El concepto común es arrogar o esparcir las semillas en el suelo, tierra o parcela. No hay que confundir esta acción con la de plantar y cultivar. Sembrar en casa, es la acción dentro de nuestros hogares, ya que, se puede sembrar en grandes espacios.

Sobre sembrar y las estaciones del año.

En la agricultura moderna y algunos conocimientos provenientes de ella, se habla del sembrar en las diferentes estaciones del año. Existe la creencia, en la mayoría de los casos, que solo algunos tipos de cultivo se siembran en una temporada específica.

Es cierto que el clima en ocasiones afectan los cultivos. Pero esto no significa que se deba programar para aquella fecha indicada. Estos calendarios fueron creados en distintas partes del mundo, en diferentes generaciones y climas. Además, de estar orientadas a los monocultivos.

Replicando la naturaleza, los cultivos o las especies pueden adaptarse a cualquier tipo de clima, ambiente y suelo. Siempre y cuando se tenga el alimento, la humedad y los ecosistemas necesarios para su crecimiento. Aplicando la asociación y rotación de cultivos, y protección con plantas aromáticas. Es preciso arrancar la creencia de que solo se puede cultivar en grandes espacios y en cierta estación del año.

Aclarando que los excesos son perjudiciales para cualquier tipo de ser vivo, en este caso en las plantas; bajas o altas temperaturas extremas y exceso de humedad por lluvias.

Sembrar en distintas profundidades.

En la existencia de diferentes tipos de especies, existen distintas profundidades para colocar las semillas. Hay en total 3, dependiendo el tamaño de la semilla; grandes, medianas y chicas.

Para todo tipo de semillas grandes, la profundidad recomendada es de mínimo 2 cm y máximo 3 cm. Al ser voluminosas, sus primeros brotes suelen ser fuertes y espaciosos. No quiere decir que tengas que medir la profundidad con alguna herramienta. Con la práctica sé irá desarrollando esta actividad sin la menor cantidad de errores. Ejemplo; Maíz, Ejote, Calabaza, Sandía, Melón, etc.

Las de tamaño medianas, es necesario sembrarla a una altura aproximada de 1 a 2 cm. Estas semillas requieren estar a este nivel de profundidad, debido a que si es 1 centímetro más abajo no suelen germinar. Lo recomendable es utilizar tu dedo como guía. De la yema hasta la primera línea de tu piel que marca el dedo (donde se flexiona). Es una buena medida para que tengas éxito. Ejemplo; cilantro, betabel, acelgas, jitomate, etc.

Las semillas pequeñas van sembradas sin la necesidad de hoyos. Es decir, que solo van en la superficie con una ligera capa de tierra para cubrirla. Si nos vamos a una medida exacta va enterradas a 0.3 cm. Por lo que se recomienda poner encima de donde se sembraran y tapar con una pequeña capa de tierra. Muchas personas humedecen las semillas antes y las empanizan con arena. Para poder ubicar en qué área aproximada están las semillas. Ejemplo; lechuga, perejil, apio, zanahoria, etc.

Tipos de siembra.

Después de hablar sobre lo que es la siembra y su profundidad. Es importante mencionar las 2 diferentes formas de sembrar. Esto hará que las actividades de tu futuro huerto sean más eficientes y se puedan planificar mejor. Recuerda que es la que decidas, no tiene que ser así. Intenta varias con distintas opciones. Únicamente son recomendaciones. También, los tipos de siembra y sus técnicas son aplicables en macetas.

Directa

Esta forma de sembrar, es como su nombre lo dice. De manera directa en el suelo, sin la necesidad de algún otro procedimiento. Solo es hacer lo correspondiente y tapar la semilla, a fin de que estas broten y den futuras plantas. Para ello, se mencionarán 3 técnicas distintas de sembrar en el suelo. Esto se ha utilizado a lo largo de los años por nuestros ancestros.

Al voleo

Esta técnica de siembra, es empleada por lo general en semillas chicas. Lo cual consiste en agarrar un puño y espolvorear en el lugar que se desee. Se puede arrogar en fila o sin la necesidad de alguna guía. Esta técnica también se usa en semillas medianas, en plena temporada de lluvias. Ya que la lluvia se encargara hundirlas.

En chorrillo

El chorrillo es peculiar por ser una técnica rápida y cómoda. Es aplicable para cualquier tamaño de semillas. En mayoría, es usada en grandes y medianas. Consiste en abrir un pequeño surco o línea en el suelo y sé irá soltando semilla tras semilla. Hasta completar el área. Después se cubre el surco para que la semilla quede cubierta. Aquí no importa si caen varias en un mismo espacio, aunque es necesario darles un poco de libertad.

Por hoyos.

Es la técnica más empleada, en especial en huertos caseros. Pero también muchos de nuestros ancestros y hasta la actualidad se ejecuta. Aquí puedes ahorrarte el tiempo y el esfuerzo físico que implica realizar un surco. Solo consiste en hacer los hoyos, de acuerdo al diseño que se le quiera dar al cultivo. Sea en línea, círculo o en camas. Esta técnica es para semillas medianas y grandes. En ambos tipos de tamaños se requiere colocar de 2 a 3 semillas por hoyo y después cubrir.

Existen herramientas para hacer hoyos o puedes crear una, con una simple rama.

Indirecta

La siembra indirecta es el hecho de sembrar en otro lugar, sin utilizar por el momento el espacio definitivo. En este tipo de siembra se usa lo que son los semilleros, germinadores o almácigos. Inclusive se puede emplear cualquier recipiente. Como por ejemplo: una maceta pequeña, reutilizando algún material, entre otros. Es necesario aplicar las profundidades adecuadas de las semillas, que se mencionó antes.

Cuando las plantas este en un tamaño considerable se realiza un trasplante, que te hablaremos de ello en los próximos temas.

Sembrar en casa o en cualquier espacio.

Te contaremos un poco más de detalles en cada tipo de siembra. Lo que conlleva sembrar en el suelo de manera directa e indirecta. En ocasiones, las hortalizas se pueden sembrar de ambas formas. La mejor forma es experimentar por tu propia cuenta y decidir cuáles hortalizas pueden beneficiarse de estas siembras.

En el suelo

Cualquiera de las técnicas mencionadas antes se pueden aplicar sin ningún problema. Esto uno lo decide. No hay una mejor que otra. Es solamente recordar los tamaños de las semillas y cuáles técnicas pueden aplicar. Para ello también es importante indagar el tipo de hortaliza que es. Ya que algunas prefieren el suelo desde semilla. Hay plantas que es recomendable sembrarlas en semilleros.

Esto para potenciar su crecimiento. Debes ser paciente y esperar a que salgan los primeros brotes. A partir de aquí, tu siembra ha sido un éxito y toca cultivarla de la mejor forma. Notarás que, en algunas ocasiones, no todas las semillas que colocaste germinaron. No te desanimes, es parte del proceso. Cuando tus plantas crecen muy pegadas, se procede al aclareo que lo veremos más adelante.

Procura siempre regar antes de situar la semilla por cualquier técnica que sea, para facilitar la germinación. Y después que se colocan volver a regar. Así tendrás un método más efectivo. Cuidado también con los insectos, es por ello que siempre debes mantener húmeda la tierra

En semilleros, germinadores o almácigos

Cualquier manera que utilices como material para la siembra indirecta, es indispensable un buen sustrato. Que pueda dar nutrientes, estimule el crecimiento y filtre bien el agua. Considera el lugar en donde se ubicara. Es recomendable a la sombra y que este cubierto, por algún imprevisto. Es importante saber que los semilleros requieren de un sitio sin la presencia del sol directo. Si no puedes establecerlo en la sombra, instala alguna malla sombra o plástico. Esto hará que las semillas crezcan más rápido. Debido a que la tierra en los semilleros seca repentinamente.

Además, es necesario aplicar las profundidades mencionadas. Cualquier tipo de semilla puede sembrarse de manera indirecta. Pero en ocasiones es un paso innecesario. Puesto que existen plantas que se desarrollan mejor desde el principio, en el suelo. Esto te tocará a ti indagar el tipo de hortaliza a sembrar. Ya que, hay plantas que no se recomienda de forma indirecta. Por el hecho de que, no aguantan un trasplante. Esto varía por el clima, la variedad, el tamaño e incluso en el horario en que se aplique.

Germinación.

Este concepto nos hace referencia a que surge la vida dentro de una semilla. En la presencia del suelo (tierra), del agua, del calor (sol) y el aire de bajo del suelo. Surgen las raíces y los primeros brotes de aquella semilla. Con esto se debe considerar siempre tener presente estos elementos, sin ellos no hay vida.

En ocasiones el tiempo entre las semillas puede variar, no desesperes. Aunque si ya paso del lapso recomendado, intenta de nuevo germinar. Recuerda que existen tiempos aproximados en que las plantas germinan, puedes basarte en ellos. Toma nota del día que colocaste la semilla y empieza a contar. Cuenta 3 a 4 días extra de espera, al tiempo recomendado. Si no germina, siembra más.

Existen métodos más caseros de germinación. Colocando las semillas en un recipiente y con una servilleta húmeda. Suele funcionar en la mayoría de los casos. Pero es mejor directo en la tierra.

Aclareos.

El aclareo consiste en la agricultura moderna, en arrancar la planta más débil del montón en donde creció. Para dejar paso a que se desarrollen las plantas más fuertes. Es un buen método, sin embargo, se desaprovecha aquel ser vivo que dio vida. Es opcional y no serás un ser malvado si lo haces.

Pero es preferible aprovechar al máximo las oportunidades y trasplantar aquella planta. En otra zona donde veas viable. Mencionar, que el aclareo se realiza cuando las plantas son jóvenes. Es decir, al cabo de 1 mes para que el trasplante no sea un problema. Así tendrás más cosechas y mejores alimentos.

Trasplantes.

Los trasplantes es el simple hecho de mover una planta a otro lugar, con la intención de beneficiar. Se realizan de preferencia cuando el sol se esté metiendo, para que no sufra estrés. Al igual, es recomendable regar la planta antes de su trasplante, y en la zona en donde se ubicara. Para después colocarla en su sitio y de nuevo regar. Cuando se trasplanta se deben dejar las raíces como están, con todo el montón de tierra pegada. Esto hará que la plántula no se estrese.

Los trasplantes son fundamentales. Pueden aplicar en cualquier circunstancia. Ya sea en maceta o alguna planta del suelo. Se proceden para hacer que las plantas puedan estimularse y sigan creciendo a un ritmo imparable. Aunque, solo se aplica cuando las son jóvenes. No es recomendable en su etapa adulta y ni en el desarrollo de las flores. Perderán su energía vital. Únicamente si fuera necesario.

Si se trasplantara desde el semillero, la planta debe tener cuando mínimo 12 cm de altura o de 5 a 7 hojas verdaderas. Para que no sufran y mueran en pleno cambio. Otro tip es, cubrir si es posible con algún recipiente. O dejarla en la sombra si es en maceta.

Hay ocasiones en donde, desde el semillero, se trasplanta a una maceta. Por lo que se va escalando en macetas más grandes. Esto es opcional, dependiendo las circunstancias y el método que harás. No es complejo, no olvides divertirte y observar.

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La agricultura orgánica; honrando a nuestros ancestros.

La agricultura se ha realizado desde nuestros ancestros y con el tiempo ha evolucionado en referencia a las herramientas mismas. Antes las personas sembraban directamente con las manos (lo tradicional) y hoy podemos atribuirlo a máquinas que puedan hacer ese trabajo. No es en todos los casos, pero sí en la mayoría. Sin embargo, esto ha ocasionado también que seamos menos conscientes y solo se produzcan alimentos no para alimentar, sino para ganar dinero. Con ello es evidente la importancia de la agricultura orgánica en la actualidad.

Esto es preocupante debido a que se recurren a métodos no naturales para producir; fertilizantes, insecticidas, estimulantes y herbicidas. No solo afectando el suelo, sino también los insectos polinizadores y a todo ser vivo. Ya que este tipo de sintéticos se esparce por el viento y al mismo tiempo, las plantas y árboles absorben estas sustancias del suelo.

Las plantas absorben y a la hora de dar frutos contienen estas mismas que consumimos diariamente afectando la salud de los seres vivos. Se nos olvida que las plantas y árboles también son seres vivos y que todo lo que pongamos en el suelo se absorbe como alimento. Es por eso que, la agricultura orgánica es tan importante en nuestros tiempos actuales. También cuando llegan las lluvias, las sustancias sintéticas en el suelo son “lavadas” llegando a los mantos acuíferos de la tierra. Contaminando aquella agua que va hacia nuestros océanos y hacia nuestras casas.

Entonces, ¿qué es la agricultura orgánica?

La agricultura orgánica se encarga de sembrar, plantar, cultivar y cosechar con métodos naturales o bien tecnológicos de manera sustentable. Esto hace que se cuiden y se protejan todos a su alrededor; el suelo y los seres vivos involucrados. Además de aumentar la diversidad de los ecosistemas y la fertilidad de los suelos, incrementa la actividad biológica y microbiana, se realizan técnicas de labranza sin dañar el suelo y el uso de sustancias naturales para el control de plagas y hierbas. Además de tener alimentos sanos, nutritivos y orgánicos.

Se han hecho pruebas con alimentos de 2 tipos de clases; alimentos producidos por monocultivos que a su vez utilizaron sintéticos y alimentos producidos por policultivos (agricultura orgánica) que a su vez utilizaron métodos naturales para su producción. Se ha detectado que los alimentos orientados hacia una agricultura orgánica, tienen un gran porcentaje de nutrientes (vitaminas y minerales) en comparación a los alimentos de la agricultura moderna (monocultivo).

¿Cómo empezar una agricultura orgánica?

Primeramente, se debe dejar a un lado todo tipo de sustancias sintéticas que dañen el medio ambiente. No importa que diga que es natural u orgánico, lo mejor es realizarlo por tus propias manos. Para tener cierto control, teniendo la certeza de que es natural y además de que los costos puedan reducirse (del costo anteriormente).

Si realmente el producto que obtienes es de confianza y consideras que es orgánico y/o natural, puedes usarlo. Con esto podemos decir que queda restringido el uso de pesticidas, insecticidas, fertilizantes, hormonas, estimulantes, fungicidas, manipulaciones sintéticas y comerciales y el uso de semillas transgénicas (OMG).

Empezando una agricultura orgánica.

La agricultura orgánica es un punto de muchos, sobre lo que trata la permacultura. Para entender más de esta práctica de la agricultura se debe indagar sobre cómo funcionan las plantas y la tierra. Después de tener un panorama más amplio de lo que conlleva el lazo entre las plantas y la tierra, para llegar a una agricultura orgánica se deben considerar estos puntos.

  • El suelo
  • Las temporadas y el tiempo (producción escalonada)
  • Labranza
  • Asociación y rotación de cultivos
  • Fertilizantes
  • Insecticidas
  • Herbicidas
  • Estimulantes
  • La protección y los invernaderos.

Antes de comenzar, se debe establecer previamente la producción que se desea realizar de acuerdo a las dimensiones de dicho lugar para poder aprovechar al máximo el suelo. Se debe planear y decidir que se requiere y puede plantarse.

El suelo.

Como se sabe existen distintos tipos de suelos y cada uno de ellos tiene sus ventajas y desventajas. Independientemente del suelo que exista, se debe preparar el suelo para que las plantas crezcan sanas y fuertes. Con esto se debe extraer las hierbas existentes (mala hierva), revolver la tierra y agregarle nutrientes (fertilizantes orgánicos y naturales como el compost, el estiércol, etc.)

En ocasiones la tierra en donde se siembra es tan fértil que no se requiere de agregarle nutrientes. Pero si no es la ocasión, es importante agregar el fertilizante natural que se desee. Esto para qué exista más vida debajo del suelo, es opcional agregar más microorganismos con recetas naturales (Bocashi ó Microorganismos Eficientes). Entre más microorganismos, más vegetación.

Cuando se cultiva se preocupa más por las plantas que por el suelo. El suelo es el principal factor para la vida de las plantas, por lo tanto, se debe preocupar más por el suelo. Que no se compacte, que siempre esté húmedo, oscuro, con nutrientes y microorganismos. La tierra se compacta por la falta de humedad y el sol ardiente en el suelo, lo que genera que las raíces no se desarrollen.

Para esto se debe recurrir al famoso método del acolchado (si son espacios pequeños). Si se hace este método se debe considerar la cantidad de paja y/u hojarasca que se requieran para el espacio a cultivar. Cabe mencionar que este método es solo si son lugares pequeños, ya que en campos grandes se vuelve más complicado; se recurre al método de sembrar otras especies para crear sombra en el suelo, oscuridad.

Esto permitirá que la tierra siempre esté oscura para que el sol no penetre directamente a la tierra y no se seque ni se compacte. Que permanezca oscura para que las raíces puedan desarrollarse más rápido y se ahorre agua porque se queda el suelo húmedo. Se retienen mejor los nutrientes, etc.

También es importante mencionar que el lugar del cultivo no se pisa ni se voltea. Debido a que si se recurre a pisar y voltear se mueren los microorganismos del suelo. La intención es que exista colonias para que el suelo pueda hacer lo suyo.

Labranza.

Existen diversas técnicas de labranza en la actualidad. Se siguen usando métodos antiguos, máquinas modernas o herramientas para labrar el suelo. Antes existían diversas personas encargadas de crear surcos para la siembra, es decir, de manera física con herramientas sencillas como el azadón. Después se crearon diversas formas con la ayuda de los animales y hoy en día con tractores que facilitan el trabajo.

Lo que no se sabe es que el método de hoy en día de los tractores genera un compactamiento en el suelo con el paso del tiempo. Haciendo que las plantas no desarrollen al 100% sus raíces. Esto es conocido como “pie de arado”.

Esto lleva a que con el tiempo ese suelo se compacte por completo, haciendo que ya no se pueda cultivar tan fácil. Para ello existe una maquinaria llamada cincel, el cual se debe pasar por el campo para eliminar este problema. Para después, pasarse a técnica de agricultura orgánica y métodos de permacultura.

El mejor método siempre será las herramientas laya, la cual solo se necesitará en casos especiales en donde se empiece a compactar la tierra. Aunque, recuerda que el mejor método es no labrar, lo cual se le conoce como labranza cero. Por el simple hecho ya mencionado que labrar se mata la vida del suelo.

Esto aplica también en camas de cultivo y en macetas. Procurar siempre que la tierra esté cubierta, bien nutrida, aireada, y que filtre bien el agua para que proliferen los microorganismos del suelo. Solo en casos extremos, donde se haya compactado la tierra en la maceta, procura sacar la planta y agregar nuevo sustrato.

Las temporadas y el tiempo

Las temporadas son importantes para aprovechar al máximo la tierra y los cultivos. Pero esto varía también de acuerdo a los países y ciudades en donde se estén. Es cierto que hay temporadas y que uno las debe seguir para no caer en los errores pasados de experiencias de nuestros ancestros. Sin embargo, cualquier planta que se cuide bien puede darte sus frutos en cualquier temporada del año (hortalizas). Sin la necesidad de entrar en prejuicios (puedes intentarlo).

En las temporadas también se descarta el tiempo. El tiempo de acuerdo a las estaciones del año. Por ejemplo, el mejor tiempo de siembra es en temporadas de lluvias, pues aquí se aprovecha al máximo el riego, aunque hay ciertas plantas que no toleran tantas lluvias como el pepino. Otro ejemplo son los climas más fríos que en a algunas plantas les gusta el clima tropical y además de que no se necesitan tantos riegos.

En relación con el tiempo, también se habla sobre los periodos de producción, es decir, de la importancia de estar produciendo todo el año. Es un trabajo duro, pero se aprovecha al máximo el tiempo, con esto nos referimos al cultivo escalonado. Los cultivos escalonados se realizan de preferencia después de 1 mes o 2 meses de la primera siembra con la intención de que exista por más tiempo ese alimento.

Herbicidas.

Lo que se mencionara quizá pueda incomodar por el hecho que siempre se ha considerado a través de la historia y se sigue diciendo que la “maleza” o las “malas hierbas” son destructivas. Por lo que se ha generado por décadas o quizás siglos una constante lucha. Sin embargo, la maleza no es el problema, no existe maleza que realmente dañe las plantas.

Estas plantas solo son indicadores del suelo en el que se siembra, es decir que cuando sale una planta considerada mala es porque está diciendo que el suelo es fértil, o el suelo le falta aire, etc. Además de que algunas de estas hierbas agregan nutrientes o benefician a los cultivos ayudándolos a crecer.

El único que puede considerarse como enemigo es el pasto, en realidad cualquier tipo de pasto. El pasto no es malo, pero sí hace que las semillas y las plantas jóvenes no se desarrollen debido a que las raíces del pasto no dejan crecer a esas plantas.

El mejor método es sembrar especies que eliminen el pasto como las cebollas, alfalfa y habas. Para ello la tierra siempre debe estar oscura, húmeda y blanda para que las raíces del pasto no le gane a las del cultivo.

Otra técnica es sembrar arriba o debajo del pasto, haciendo que las raíces del pasto compitan y dejen de crecer.

Dejemos atrás los herbicidas y el marketing detrás de ello, las hierbas jamás dejarán de existir, aunque se le agreguen estos herbicidas sintéticos que en vez de ayudar perjudican más el suelo. Nunca se podrá quitar, debido a que en el suelo existen millones de semillas que siempre brotaran y brotarán sin fin. En vez de luchar contra ellas, se debe buscar la forma de crecer junto con ellas.

Una de las plantas que sale como “mala hierba” es el diente de león y hoy en día se sabe que esta planta es la más fuerte para romper suelos compactados. Si está en tu suelo por alguna u otra razón creció para romper el suelo. Inclusive es más nutritiva que las espinacas y otras hortalizas.

Fertilizantes.

Los fertilizantes son necesarios en todo el tiempo de vida de la planta. El fertilizante se encargará de hacer crecer, reproducir las flores y después los frutos o semillas. Existen fertilizantes sólidos o bien fertilizantes líquidos, los cuales cada uno tiene sus ventajas.

Los fertilizantes sólidos suelen ser un poco más costosos y suelen rendir menos, aunque la gran ventaja es que quedan más tiempo en el suelo. Los fertilizantes líquidos pueden salir más baratos y te pueden rendir más, sin embargo, suelen durar menos en la tierra por la evaporación o bien por la filtración del agua al regar.

Los mejores fertilizantes sólidos son el compost, el lombricompost, el bokashi y el abono combinado con minerales (harina de rocas, harina de huesos) para que exista nutrientes suficientes en la tierra.

Los mejores fertilizantes líquidos son estos mismos en líquidos o bien llamados té, el agua de lluvia, la orina diluida en agua, entre otros. Con esto se puede decidir que sale más económico adquirirlos en tu ciudad y que puede rendir más, estos fertilizantes son más efectivos que cualquiera comercial y sintético.

Existe otro método llamado abonos verdes. El cual es un método que puede funcionar en grandes dimensiones de espacio. En el que consiste solamente sembrar leguminosas de cualquier tipo. Las leguminosas, al ser plantas que incorporan el nitrógeno del aire al suelo, generan fertilizar el suelo.

Antes de que estas plantas florecen, es necesario cortarlas y algunas en la superficie y otras debajo del suelo para añadir los nutrientes que necesita la tierra para que cualquier cultivo se produzca de forma eficiente.

Dejar atrás el producir por dinero y practicar el producir por calidad y ecologicamente.

Insecticidas.

En la agricultura orgánica se considera que los insecticidas de manera natural solo son para ahuyentar y uno que otro puede lastimar a los insectos. Debido a que no se pueden exterminar las plagas al 100%, porque en primera no se debe y en segunda no se puede.

Las plagas no son tan peligrosas como parecen, así se han etiquetado por mucho tiempo, al igual que la maleza. Es cierto que deben controlarse, pues todo en exceso es fatal. Realmente se está acostumbrando a que cualquier insecto que se mete con las plantas es plaga.

Los insecticidas comerciales jamás los exterminarán por completo, debido a que estas se hacen resistentes y mutan, pero tambien se reproducen rapidamente. Hasta hacer que se deba cambiar a un nuevo insecticida comercial, bueno, eso se nos hace creer. Así, el rol de los insecticidas comerciales, que no solo afectan a los insectos, sino a aquella persona que está rociando y al suelo mismo.

Por ello, existen distintas formas de controlar las plagas; insecticidas líquidos, insecticidas sólidos, plantas repelentes de plagas, asociación de cultivos, trampas cromáticas y con insectos beneficiosos.

Diferentes insecticidas

Los insecticidas líquidos suelen realizarse de forma “casera” o bien se puede realizar en grandes cantidades. Los mejores y que han tenido éxito en la agricultura orgánica es la lejía o jabón potásico, el insecticida apichi (de chile, alcohol, ajo y pimienta), el aceite de neem, tierra de diatomeas, cola de caballo y el bokashi que también sirve como insecticida líquido.

Los insecticidas sólidos son comúnmente para alejar insectos del suelo como los caracoles, los gusanos, las babosas, etc. Estos insecticidas son la ceniza, la canela en polvo, cítricos en polvo, el café, el polvo de cáscara de huevo, el tabaco.

Existen plantas que ayudan a repeler las plagas, normalmente conocidas como plantas aromáticas. Si estas plantas son plantadas alrededor de los cultivos, ayudarán a controlar las plagas. Entre ellas: Albahaca, Ruda, Tomillo, Romero, Lavanda, Menta, Salvia, etc. Dentro de esta categoría estan las flores, que ayudarán atraer insectos beneficos come plagas.

La asociación de cultivos también es una forma de repeler y controlar plagas de manera natural. Por ejemplo, si se siembra zanahoria y ajo, aquellos insectos que habitan en la zanahoria se verán afectadas por el ajo y viceversa. Tener buenas asociaciones hará que los cultivos estén menos invadidos.

Las trampas cromáticas son una de las más efectivas y es que este método funciona inmediatamente. Las trampas cromáticas son caracterizadas por hacer que los insectos se vean atraídos a la trampa de acuerdo a los colores para que puedan ser eliminados con algún aceite vegetal impregnado con la intención de que queden pegados. Es importante el uso del aceite, debido a que si se usa pegamento se verán afectados otros insectos benéficos. Los colores usados son amarillos y azul cielo. Suele ser un controlador de plagas económico y 100% efectivo.

Los insectos benéficos son de los métodos más naturales que ofrece la naturaleza y a su vez más efectivos. Sin embargo, es uno de los más difíciles de atraer y de conservar, puesto que, siempre debe haber plaga para que estos se alimenten. Es crear un hábitat para que el tipo de insecto beneficioso se le haga cómodo y se quede. Por ejemplo, se puede construir alguna casa pequeña con madera para las catarinas, o bien plantar demasiadas flores para que se vean atraídos miles de insectos beneficiosos.

Estimulantes.

Los estimulantes son famosos por hacer crecer de manera más rápida las plantas y a su vez de generar frutos más gordos. Sin embargo, al igual que todos los productos comerciales, son altamente dañinos para la salud de los seres vivos. Existen estimulantes naturales que prometen una mejor efectividad. La mayoría de estos estimulantes son líquidos, ya que necesitan visitar las raíces para aprovechar de estas su potencial.

Entre los más destacados existen los enraizantes de legumbres, que consiste en hacer un líquido de la germinación de cualquier legumbre. Existe también un poderoso “licuado” de hojas de moringa, licuado en agua para estimular el crecimiento de las plantas jóvenes. Uno de los métodos más queridos son las micorrizas, pues gracias a estos hongos naturales, estimulan las raíces haciendo que se desarrollen más; como un tipo de esteroides para plantas.

Asociación y rotación de cultivos.

En la agricultura moderna se busca siempre separar por ciertas distancias un solo cultivo, esto para apreciarse “mejor” y crezcan más grandes. Sin embargo, en la agricultura orgánica se trata de aprovechar al máximo los espacios donde se pueda sembrar semillas, esto para producir más, tener más variación, agregar más nutrientes al suelo, disminuir enfermedades y plagas y hacer que las plantas y el suelo se lleven bien.

Por ejemplo, si existe una separación entre plantas de 40 centímetros, se está dejando que entre esos espacios pueda crecer maleza, pueda pegar el sol directo en el suelo, creando compactación y desaprovechamiento de ese espacio para cultivar. Si bien no se puede sembrar la misma especie, puede entrar aquí la asociación de cultivos.

Es decir, sembrar 2 o hasta 5 especies distintas en los espacios siempre y cuando sean compatibles; las zanahorias pueden sembrarse con una separación de 10 cm si entre la especie que se mencionó anteriormente de 40 cm de separación puede existir 3 zanahorias entre ellos o 1 lechuga, 1 zanahoria y 1 ajo, etc.

Así se produce 2 especies o más, se aprovecha el espacio, disminuyes las plagas, etc.

No solo la asociación de cultivos beneficia, sino también, su rotación. Hoy en día se sabe que cuando se siembra distintas especies en un solo espacio se mejora efectivamente el suelo a que si solo se siembra 1 o 2 especies todo el tiempo. Es decir que con el ejemplo anterior si se seccionan varias partes de un espacio de cultivo, para sembrar distintas asociaciones o grupos compatibles de plantas, se creará que la tierra se afloje, exista fertilidad infinita en el suelo, se genere resistencia a plagas, y generas más propagación de microorganismos.

El microclima o invernaderos.

Las plantas deben tener cierto clima benéfico y entre la mayoría de las plantas destacan el clima húmedo, entre más humedad, se crea un ambiente perfecto haciendo que las plantas se desarrollen más. Para esto siempre es considerado que los invernaderos son una de las soluciones no solo para controlar plagas, si no para ahorrar agua, crear protección de la intemperie y acelerar el crecimiento de las mismas.

La única desventaja es que si se le invierte algo de dinero y que en algunos se corta los ecosistemas de insectos polinizadores. Esto es más utilizado en plantas de hojas y de plantas que les encanta lo fresco como las fresas.

No obstante, existen también métodos sin la necesidad de crear invernaderos, pero si crear microclimas con plantas o árboles selváticos a los alrededores, es un método que requiere de varios años. No es un requisito como tal, pero es un punto importante a considerar.

Certificaciones.

Existen certificaciones donde se pueden etiquetar los productos que son “realmente orgánicos” a pesar de que estas certificaciones te piden pruebas y demás puntos a considerar. Estas certificaciones todavía existe un rango en donde se puedan lanzar los productos que ellos etiquetan como orgánicos, pero en realidad son semi-orgánicos debido a que no cumple con algún otro requisito, pero sí con la mayoría. Adicional estas certificaciones son costosas, si tus productos son orgánicos nada mejor que realmente darlo a conocer con estrategias diferentes a los productos etiquetados.

Certifiacion orgánica ; TASOE, NODEEN, Aiv, TOAT

¿Hacer el cambio a la agricultura orgánica?

La agricultura orgánica no es moda y no debería nunca considerarse así. Esto se ha practicado desde años atrás y era la forma correcta de hacerlo y lo seguirá siendo. Actualmente, es algo urgente que debe tomarse en consideración para preservar nuestro hogar y sobre todo la salud de las personas. Aunque no se cambie, la era moderna está en una tendencia en donde los consumidores son más exigentes y en un futuro requerirán de métodos naturales en sus productos.

Si la agricultura y los agricultores no cambian, el peso de la sociedad actual los obligará a cambiar. Es por eso que siempre se puede adelantar a cambios duros, que de igual forma siempre tuvo que ser así. Sembrar, cultivar y cosechar de forma natural.

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