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Tu huella de carbono; una medición.

Muchas de las ocasiones nos hacen ver que los gases de efecto invernadero (GEI) son la principal causa de tremendo colapso medioambiental. Estos gases siempre han existido y es que todo ser vivo los produce de forma natural, a la hora de soltar el aire de nuestros pulmones, cuando los residuos orgánicos se descomponen bajo tierra, cuando se realiza ejercicio, aquel animal en la tierra que al igual respira y realiza sus necesidades para sobrevivir. En esta ocasión te explicamos la huella de carbono y como puedes medirla de manera general.

Todos estos son gases de efecto invernadero, pero como todo en la vida debe haber un equilibrio y ese equilibrio dejo de existir cuando llego la industrialización (actividades del hombre), provocando un gran porcentaje de gases de efecto invernadero jamás antes visto en la historia de la humanidad y entre estos gases el que más prevalece es el CO₂ (dióxido de carbón) y metano.

Sobre la huella de carbono

Tu huella de carbono

Con todo lo mencionado es cuando entra la importancia de poder medir nuestra huella de carbono. Es indispensable debido a que, entre nuestras actividades, el consumo puede ser excesivo en gases de efecto invernadero y en ocasiones, sin darnos cuenta de la gravedad de dicha actividad.

La huella de carbono se puede medir de manera individual, de manera grupal, para alguna empresa o institución en particular o inclusive para una comunidad.

La huella de carbono es aquella medición con base en las actividades que se realiza en el día a día de acuerdo al consumo, para establecer la cantidad de gases de efecto invernadero que produce esas actividades; desde el transporte que se realiza y los productos/servicios que se adquieren y se consumen.

Para entender un poco mejor haremos una simulación de una persona que fue trabajar hoy.

Como influye las actividades diarias en mi huella de carbono.

La historia de Jaime

La historia de jaime

Jaime se levanta y se hace su desayuno, unos ricos huevos con tocino y una taza de café. Siendo las 7 de la mañana parte hacia su trabajo en su lindo coche y sin ninguna prisa. Llega a su trabajo como cualquier otro día, siendo las 2 de la tarde se despide de sus compañeros de trabajo rumbo al supermercado para comprar lo necesario para su comida. Se compra un rico pescado con sus verduras acompañado de un espagueti y un refresco de lata.

Llega su casa y se prepara su comida. Comiendo, descansa 1 hora para a las 5 de la tarde partir nuevamente, pero esta vez al gym. Antes de llegar se detiene en una tienda de autoservicio para comprar un agua y además de unas barras energéticas. Sale del gym rumbo a casa nuevamente, no sin antes pasar a saludar a la familia que quedaba en sus rumbos. Le piden quedarse a cenar, cena y se despide para llegar a su casa, darse una rica ducha y descansar para dormir, no antes si ver 2 capítulos de su serie favorita”.

La conclusión.

Si lo analizas, verás que es algo normal, inclusive nosotros lo podemos hacer no necesariamente igual, pero sí como una rutina. Realmente no nos damos cuenta de que todas estas actividades contaminan y uno no las realiza con malas intenciones, sino el simple hecho de hacer conciencia y poder reconstruir nuevos hábitos que realmente beneficien el medio ambiente. Jaime se levanta como cualquier otro día y se realiza su comida proveniente de energía eléctrica o bien de un gas natural, que cada uno de estos servicios crea gases de efecto invernadero, en su producción, en su traslación y en el consumo que nosotros le damos.

Al igual que los productos que se compran cotidianamente, cada uno de ellos tienen una responsabilidad en la producción de gases de efecto invernadero en su producción, traslado y comercialización. No se diga más en los traslados que realizo Jaime en su coche. Y hay algo más que a simple repaso no se ve, pero el consumo eléctrico que implica el encender luces, aparatos electrónicos o electrodomésticos también provocan gases de efecto invernadero.

Es cierto que dichos productos o servicios no lo hemos hecho nosotros, por lo tanto, se cree que no contaminamos con eso; sin embargo, somos partícipes o contribuyentes al consumir dicho producto no directamente, pero si indirecta y no se diga a la hora de desechar dicho producto adquirido.

¿Qué hacer?

Esto parece malo, parce que todo lo que haremos, compremos o adquiramos haremos daño al medio ambiente, pero no es así. Cuando uno cambia la forma de consumir y de adquirir, cambia completamente la huella de carbono que generamos.

Si adquirimos productos alimenticios de productores locales se disminuye el impacto ambiental, si se busca aparatos ahorradores de luz o bien la inversión de una energía verde se disminuye el impacto ambiental, si se busca el traslado constantemente en bicicleta o transporte público se disminuye el impacto ambiental, si se busca empresas, instituciones o industrias sustentables se disminuye el impacto ambiental. Siempre se puede ser sustentables, solo es cuestión de elecciones, de decisiones y en estas circunstancias, sumamente necesario.

Midiendo la huella de carbono.

La huella de carbono se mide en masa equivalente de CO₂ (Co2e) que se puede cuantificar en toneladas o giga gramos. Se estableció el dióxido de carbono debido a que es el gas que está más presente en la atmósfera y de los últimos gases que terminan eliminándose por completo.

Sin más información te daremos el link de una calculadora de carbono, que creemos es la más completa: Calculadora – GREEN PEACE.

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