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Cultivo del rábano (guía completa)

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Sobre el rábano.

El rábano es uno de los cultivos más fáciles que existen, debido a que es una planta de rápido crecimiento, no necesita muchos cuidados, no requiere de grandes aportes nutrimentales y puede cosecharse en menos de 2 meses. El rábano es considerado una planta anual o de temporada, es decir, que solo se cosecha 1 sola vez después del fruto o da flor y muere.

Aunque es una hortaliza no muy querida por su sabor “enchiloso”, es recomendable por sus múltiples beneficios en la salud y además de ser un cultivo base para iniciar tus prácticas de cultivo en casa.

¿Cuándo sembrar el rábano?

El rábano es un grupo de hortalizas que se puede dar todo el año. Aunque sus mejores tiempos son en primavera y otoño, ya que puede disminuir su producción en heladas y sufrir grandes pérdidas en lluvias por la aparición de plaga y pudrición.

También varía del tipo de rábano, puesto que no todas las especies de rábano son el mismo. Si estás por empezar un huerto en casa, inténtalo sin importar la estación o temporada hasta que vayas adquiriendo experiencia con la práctica. Después podrás planear o escalonar las siembras para tener cosechas todo el año.

Antes de sembrar

Para poder compartirte la forma correcta de sembrarse, es recomendable primero hablar de estos pequeños factores para tener mejores resultados.

Luz.

El rábano puede sembrarse en pleno sol o en semi-sombra. Cualquiera de las dos formas tendrás resultados, aunque hay diferencia en sus tiempos para crecer. Esto quiere decir que si se siembra en pleno sol tendrás resultados más rápidos y con menos labores. Por otro lado, si siembras el rábano en semisombra o incluso en la sombra, su crecimiento será más lento y tendrás que realizar un aporcado, ya que, las plantas se estiran buscando la luz y muchas de las veces se quiebran.

Tierra o suelo.

 El rábano no requiere de suelos específicos, por el hecho de que se adapta a cualquier suelo. Pero la recomendación siempre es tener un suelo rico en materia orgánica, suelto y que drene adecuadamente el agua.

Agua.

Es necesario el agua para que la semilla germine. Humedecer la tierra es fundamental antes de poner la semilla, y mantener la humedad (no encharcar) hasta que germine.

¿Cómo sembrar rábano?

 Es recomendable que la semilla se siembre directa en la tierra donde se ubicaran definitivamente. Puede sembrarse en semilleros, aunque muchas de las veces no suelen aguantar el trasplante. La semilla debe cubrirse o enterrarse un máximo de 1 cm, ya que, si se siembra 2 cm, en ocasiones no suele llegar a germinar. Puedes sembrarlas de 2 formas: al chorrillo o por hoyo.

Cualquiera es correcta, si es a chorrillo tendrás que abrir un surco para arrogar las semillas y cubrir el surco con tierra. Si es por hoyo, procura colocar de 2 a 3 semillas por hoyo con una distancia mínima de 5 cm entre plantas y 10 a 8 cm entre surco para aprovechar al máximo el espacio. Estos dos métodos los puedes realizar en el suelo o en macetas (lo puedes replicar en escala pequeña).

Germinación.

Podrás notar los primeros brotes en poco tiempo: mínimo 2 días, máximo 7 días. Si después de 7 días, no brota, existen demasiados factores por el cual no haya brotado. Sin embargo, no te desanimes, vuelve a intentarlo. Seguro esta vez lo hace. Procura revolver la tierra antes de que coloques nuevas semillas.

Cultivo del rábano

Te explicamos todos los cuidados que implica la planta de rábano. Recuerda que no hace falta más que la observación y la paciencia en este proceso. No te desanimes por cuestiones negativas que puedan pasar, al principio suele haber errores e incluso cuando uno tiene tiempo en ello no se deja de aprender todos los días. Estos puntos son el inicio del cultivo de rábano, cuando veas los primeros brotes empezara esta pequeña aventura.

Aclareo.

El aclareo se realiza después de 1 semana de que hayan brotado las semillas. El aclareo consiste en extraer de aquel surco u hoyo el exceso de plantas que hayan crecido en un mismo lugar. Muchos realizan este método y dejan a un lado las plantas extraídas, aunque es preferible aprovechar y colocarlos en otro sitio como un trasplante más no necesario. Como dicen “si nació es por algo”.

En el caso de siembra a chorrillo procura dejar plantas con distancias considerables. Por otro lado si es por hoyos, deberás dejar una planta por hoyo.

Riego.

El riego en el rábano es necesario de manera regular, ya que, las raíces suelen ser pequeñas y no tienen gran alcance. Esto quiere decir que las raíces se encuentran en las primeras capas del suelo, haciendo que el sol seque rápidamente esta capa. Es recomendable un riego frecuente, pero sin tanta cantidad o bien pude ser abundante y espaciar los riegos.

Esto lo decidirás tú, siempre procura observar y sentir la tierra. Si crees que es conveniente regar y ves que la planta lo necesita, hazlo. Recuerda que es distinto en maceta y en suelo directo. Te compartimos nuestra experiencia:

  •  Maceta en sombra o semi sombra: 2 veces por semana.
  • Maceta en sol: 3 veces por semana.
  • Suelo en semisombra o sombra: 3 veces por semana.
  • Suelo en sol: 4 veces por semana.

No lo consideres del todo, puede variar la estación, la región, el suelo, el clima. Es por ello que debes empezar a experimentar por tu cuenta. Recuerda mucha agua puede podrir, poca puede secar.

Podar.

El rábano no es necesario estarlo podando, a excepción de que se tengan muchas plantas juntas y que la hoja esté en plagada, enferma o seca. Que una hoja seque (se torne amarilla) es un ciclo normal, pero se debe estar atento a que no sea por exceso o falta de agua.

Se debe tener cuidado de no podar todas sus hojas, ya que si se deja sin hojas hay una alta probabilidad de que la planta no sobreviva. Intenta podar temprano cuando el sol no es tan fuerte o por el atardecer cuando el sol se está metiendo.

Plagas y enfermedades.

 El rábano es poco común que se enferme, la enfermedad en la mayoría de las veces sucede por el exceso de agua. Si empiezas a notar apariciones de enfermedad, lo más recomendable es dejar regar y aplicar un fungicida para erradicar los síntomas. Al igual que estar atentos en las hojas, ya que ahí aparecen los síntomas en forma de manchas u hongos en las hojas.

  • Mildiu.

Las plagas que mayor generan daño son las orugas. Es importante rociar un insecticida natural 1 vez por semana para prevenir la aparición de estos insectos, porque si no se ven a tiempo se reproducen rápidamente y devoran toda la planta. También existen las moscas blancas, la araña roja y caracoles, sin embargo, estas no causan tanto daño. Esto no quiere decir que no se deba de prevenir, ni tratar cuando está invadido.

Fertilización.

Como se mencionó al principio, el rábano no requiere de fertilización, una vez sembrada en tierra fértil (nutritiva). No obstante, hay quienes optan volver a fertilizar después del primer mes, para tener rábanos más sanos, fuertes y grandes.

La mejor forma de fertilizar es con composta, lombricomposta, bocashi o ME. Puedes fertilizar de manera líquida o sólida.

El crecimiento.

Después del aclareo, estar regando constantemente y podar cuando se requiera, las plantas irán creciendo. Mientras unas tardan, otras pueden morir y otras se ponen bellas. Así tendrás que cumplir el ciclo hasta aproximadamente 1 mes y medio. Aquí es importante estar observando las plantas y cuidarlas para tener resultados estupendos.

Es imposible que no aparezcan plagas, insectos y otras hierbas. Solo observa y actúa justo en el momento. Aprecia y contempla la belleza.

Cosecha del rábano

Cuando se cumplan aproximadamente el mes y medio se puede realizar la cosecha. Aunque es importante, saber previamente si el fruto ya está en condiciones para ser recolectado. El primer factor es el tiempo, pero no siempre es el mismo para todas las plantas, puesto que no todas se desarrollan igual.

La cosecha en este tipo de cultivo (raíz) es como dicen un “salto de fe”, haciendo referencia a que no se puede saber 100% si el fruto está listo. Una recomendación es ver la parte superior del fruto, si está bien formado, redondo y grande, se procede a cosechar. Si se nota chico todavía, se puede dejar hasta completar el 2.º mes. Recuerda que las apariencias engañan, puede que se vea un fruto pequeño, pero en realidad por debajo es grande o viceversa.

cosecha rábano

Esto es a prueba y error, no te frustres o te pongas mal por haber “cosechado mal”. Es una experiencia y cada vez se cosecha distinto. La cosecha solo se realiza tomando del fruto y se jala hacia arriba, se quita la parte de las hojas y la raíz. Se enjuaga y se guarda. La mejor es cosechar el rábano o los rábanos que se vayan a utilizar en ese momento, para que el fruto no se reseque.

¿Cómo reproducir el rábano?

Una de las prácticas que debes considerar siempre es la reproducción de la hortaliza. Al ser distintas variedades de hortalizas, no todas suelen reproducirse igual. En este caso el rábano se reproduce por semilla, es decir, que se deja al rábano florear para que después vengan las semillas.

Flor rabano

Para que se produzca la flor, es necesario dejar el fruto (sacrificarlo) y así tener semillas. El tiempo de floración varia, pero puede durar entre 3 a 6 meses. En este caso, debes tener los mismos cuidados que cuando se tenían al principio en la planta. Además, debes considerar que es una planta que suele alargarse demasiado en este proceso, por lo que es indispensable colocar un tutor.

Después de que aparezcan las flores, desarrollaran unas vainas chicas en donde contendrán las semillas. Para recolectarlas, debes esperar a que las vainas se tornen rojas-amarillas. Cuando esto suceda, no debes regar más y debes esperar a que la planta seque por si sola. Finalmente, podrás recolectar las vainas y sacar sus semillas.

Consejos y tips.

  • Cuidado al agarrar las hojas, suelen tener pequeñas espinas inofensivas que pueden doler al tacto.
  • Haz siempre un riego equilibrado.
  • Si se alarga la planta (cuando germina), procura hacer un aporcado para que el tallo pueda estar enterrado.
  • Observa todo el tiempo, la observación puede salvarte de cualquier imprevisto negativo.
  • Siempre vuelve a intentarlo, muchas personas se quedan con la idea de “no se me da” o “no tengo buena mano”. Esto debido a que las primeras veces se cometen errores y es un proceso normal.
  • No esperes una temporada para sembrar, siempre puedes tener éxito. Muchas de las ocasiones el éxito va en cuestión del cuidado de las plantas y no tanto del tiempo.
  • Siempre es bueno empezar a reproducir tus propias hortalizas. Procura dejar algunas plantas para semillas y otras para cosechar el fruto.
  • No importa en qué lugar estés, siempre se puede tener plantas.
  • Recuerda que hay variedades de rábanos, por lo que es importante que sepas cuál siembras. Este guía es en general cualquier tipo de rábanos, sin embargo, puede surgir variaciones en algunos cuidados.

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