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Fertilizantes naturales; lo que el planeta nos obsequia.

Los fertilizantes son fundamentales en el proceso de crecimiento de las plantas y árboles. Esta actividad genera alimentos más nutritivos, saludables y llenos de vida. Incluso con tan solo abonar el suelo, las plantas y árboles crecen sin ser afectadas por “plagas“. Te daremos algunos fertilizantes naturales que puedes hacer en casa o adquirirlos en tu ciudad de manera local. Pero antes de entrar en los diferentes tipos que existe, se mencionara en general el concepto.

¿Qué es un fertilizante?

Un fertilizante es un producto, el cual funge la función de fertilizar. Es la acción que tiene como finalidad hacer fértil el suelo (tierra). Con esto podemos decir, que un fertilizante hará que donde se vierta. Pueda existir diversidad de nutrientes con el fin de beneficiar de los cultivos. Si bien sabemos, las plantas requieren esto en el suelo para crecer sanas y fuertes.

Fertilizantes naturales vs fertilizantes sintéticos.

Por siglos, si no es que por décadas hemos creído que los fertilizantes son necesarios. Aunque dándonos un clavado resumido a la historia, la naturaleza por sí sola nunca necesito ser abonada por el hombre. Ella por sí misma se nutría, por los suelos llenos de nutrientes y por todos sus ciclos naturales. Hasta que llego la industrialización y el marketing impresionante de estos productos. Haciendo pensar a los agricultores que tendrían mejores resultados, dañando al mismo tiempo la tierra. Dejando infértil aquel suelo que algún día estuvo en condiciones óptimas.

Esto produjo grandes problemas que hoy en día estamos sintiendo con una fuerza irreparable. Es por eso que la tierra y la mayoría de los suelos necesitan volver a ser nutridos con abonos naturales. Dando un giro radical hacia métodos más ancestrales y sustentables, no únicamente por la naturaleza. Si no para la salud de las personas.

Fertilizantes naturales vs. sintéticos

Fertilizantes naturales.

Recuerda nutrir lo necesario. Para que en algún determinado tiempo en el futuro, esa tierra ya no necesite ser abonada y tenga abundancia de nutrientes. A continuación te mostramos los fertilizantes naturales más usados y con grandes beneficios. Ninguno es mejor que el otro, pero cada uno tiene sus ventajas y desventajas.

Recuerda que hay dos formas de hacer fertilizantes; sólidos y líquidos.

Composta (solida).

Si quieres aprender a realizar composta, te contamos como hacerla aquí. También te contamos más detalladamente la forma de utilizarla de esta forma por acá. Utilizar 1/4 de litro o una taza de composta sólida para cada planta. Agregar al rededor de la planta, revolver bien y regar. Añadir cada 1 a 2 meses.

Té de composta (liquida).

Existen diferentes variaciones, aunque en su mayoría es muy similar. Solo consiste en agregar 2 kilos de composta en 19 litros de agua (sin cloro). Revolver y dejar reposar de 24 horas hasta 72 horas. Entre más reposo tenga mejores resultados. Hay quienes le agregan melaza y una bomba de oxigenación de pecera para aumentar la efectividad.

Este es un concentrado de 19 litros, que se puede mezclar en 200 litros de agua. Regar de forma normal las plantas o rociarlo en las hojas. Para más detalles.

Humus de lombriz (Solido).

Al igual que la composta, una vez cosechada tu tierra abonada (humus de lombriz). Colócala en tus plantas. 1 taza o 1/4 de un recipiente de 1 litro por cada planta. Agregarla al rededor, revolviendo la bien con la tierra anterior y regar. Este procedimiento procura hacerlo cada 2 a 3 meses.

Si quieres aprender a como realizar lombricomposta en casa, puedes entrar a nuestro artículo.

Té de humus de lombriz (Liquido).

Ingredientes:

  • 1 kg de humus de lombriz
  • 19 litros de agua
  • 100 ml de melaza, miel o 50 gr de azúcar morena (opcional).

Elaboración:

Colocar el kg de humus en un costal amarrado y ponerlo en los 19 litros de agua. Agregar la melaza, miel o azúcar y revolver. Dejar reposar un mínimo de 24 horas y un máximo de 72 horas (si es así agitar estos días). Aplicar en dosis bajas utilizando este concentrado; 50 ml en 5 litros de agua. Pero también en dosis altas; 750 ml en 20 litros de agua.

Esto se determina de acuerdo al estado de la planta. Si está muy débil, agregar dosis alta y si está sana, aplicar lo contrario. Cada 3 meses es suficiente. Se puede emplear en forma de rocío (con una bombilla) o como agua de riego.

Té de plátano.

El té de plátano, es en sí una maceración. Consiste en dejar reposar por 24 horas cascarás de plátano, para obtener una mezcla de nutrientes. En 1 litro de agua, colocar la máxima capacidad de cáscaras de plátano y por consiguiente agregarle el agua hasta llenarse. Dejarlo reposar y por último diluir en 2 litros de agua (es opcional, pero es recomendación para hacer rendir el fertilizante).

No ocurre nada si se vierte este concentrado a la planta de forma directa. Para aprovechar al máximo esta receta, los restos de plátano puedes colocarlos en la misma tierra. Este fertilizante es benéfico, en especial en plantas en floración.

Como otra opción, es hacer una infusión con este mismo residuo. Podría decirse que es una alternativa más rápida pero con menos nutrientes. Si no solo coloca las cáscaras sin ningún tipo de acción, es decir, en la planta. Tú decides.

Bocashi en grandes cantidades.

Este es uno de los fertilizantes que son más complejos en su realización, pero es uno de los más efectivos. Por la gran cantidad de microorganismos incorporados. Si quieres aprender hacer bocashi versión casera entra en este post.

Ingredientes:

  • 1 carretilla, 3 costales o 1 cubeta de estiércol (vacuno, porcino, gallinaza, etc.)
  • 3/4 de carretilla, 2 costales o 3/4 de cubeta de cascarilla de arroz
  • 1 carretilla, 3 costales o 1 cubeta de tierra negra.
  • 1 litro de leche o 1 vaso de yogurth natural (de preferencia que ya no sirva)
  • 3 cucharada sopera de miel, melaza o piloncillo (liquido)
  • 2 cucharada sopera de levadura
  • Restos orgánicos.
  • 1 bolsa de carbón (opcional)
  • 1 kg de cal (opcional)
  • 20 litros de agua

Elaboración:

  1. Capas proporcionales; de abajo hacia arriba que iría primero.
  2. Levadura, cal, abono orgánico, ceniza, tierra negra y cascarilla de arroz.
  3. Revolver en seco.
  4. Vertir la levadura y la melaza
  5. Y humedecer con agua.
  6. Extender en la superficie.
  7. Revolver cada 5 y 8 días
  8. Puede estar lista de 12 a 24 días.

Dosis:

250 gr por planta – dosis baja

500 gr por planta – dosis alta

Bocashi liquido:


Mezclar 9 kg de abono orgánico fermentado (bokashi) y gallinaza con 100 litros de agua. Agregar 2 litros de leche, 2 litros de melaza y dejar fermentar por 5 días.
Proporción 1:4; bocashi líquido:agua.

ME (microorganismos eficientes).

Los microorganismos son esenciales en el suelo. Es de hecho gracias a ellos la vida en la tierra. Si quieres saber como realizarlos paso a paso, aquí te dejaré el link. Los ME son un proceso que puede llevar de 20 a 30 días en reposo, por lo que hay que tener paciencia. Puedes empezar con esta receta y a partir de aquí tú puedes decidir las proporciones que realizaras.

Ingredientes:

  • 1 litro de leche o yogurth (lo puedes usar en plena putrefacción).
  • 2 litros de melaza o 1 kilo de piloncillo diluido en 2 litros de agua sin cloro.
  • 1 sobre de levadura o 2 cucharadas.
  • 1 puño de composta o lombricomposta.

Materiales:

  • 1 saco de tela o una tela mediana.
  • 1 recipiente de 4 litros o una cubeta.
  • 1 trapo o tela extra para tapar el recipiente.

Elaboración:

  1. Agregar los líquidos en el recipiente y revolver.
  2. En la tela o saco de tela, colocar el puño de composta y la levadura. Revolver de forma que quede distribuido todo proporcionalmente.
  3. Amarrar la tela o cerrar el saco y agregar el saco al líquido. Que quede sumergido.
  4. Tapar el producto con la tela extra, para que el aire pueda salir y entrar. Sin la presencia de mosquitos.
  5. Dejar reposar por 20 a 30 días y almacenarlo en algún recipiente.

Este es un concentrado muy fuerte. Procura diluir este producto (3 litros en total) en 60 litros de agua. También puedes usar 1 litro por cada 20 litros de agua. Rociar o bien regar tus plantas.

Cáscara de huevo en polvo.

Las cáscaras es uno de los fertilizantes más fáciles de realizar e igual efectivo. Solo consiste en juntar todas las cáscaras de huevo posible, limpias y secas. Triturarlas en una licuadora, con la intención de hacer polvo este residuo. Se requiere de bastantes cáscaras para poder conseguir una cantidad considerable. Procura llenar 1 litro de polvo de cualquier recipiente y utilizar 1/2 de taza por cada planta y revolverlo bien con la tierra.

Este fertilizante, lo puedes combinar con el macerado de plátano o con las variaciones de composta líquida. Emplear 2 a 3 cucharadas del polvo para el té o 1 taza para la composta líquida.

Café (pozos de café) o seco.

Muchas de las personas en el mundo consumen café de grano (natural). Este residuo puede aportar nutrientes necesarios a las plantas, con el simple hecho de esparcirlo alrededor o hacer un pozo cercano. Para tener mejores resultados, procura juntar al menos 1 taza del residuo y colocárselo a la planta a tratar. También puede ocurrir, que aquel café almacenado esté en plena descomposición y en vez de tirarlo a la basura. Optar por colocarlo en la tierra de tus plantas.

El resto de café no es necesario que esté seco, es importante verterse en cuanto se enfríe. Otra opción es secar los restos del café y colocar en un recipiente. Hecho esto, poner tallos, ramitas y plantas chicas para que estimulen el crecimiento de las raíces.

Hojas secas, restos de poda y ramas secas.

Este es un método, no solo como fertilizante. Estos residuos orgánicos sirven al mismo tiempo para cubrir la tierra del sol y conservar la humedad. En este método no hay medidas; sin embargo, la recomendación es triturar en partículas pequeñas para incorporar a la tierra.

Una idea es moler hojas secas y revolver en la tierra en la que se pondrá en el cultivo. Ya sea en maceta o en los surcos mismos.

Harina de rocas.

Es un fertilizante muy peculiar, ya que tiene muchos minerales que pueden enriquecer la tierra. Esta harina es, por lo general, adquirida en línea o en tiendas para cultivos. Sin embargo, se puede realizar en casa moliendo las piedras con un mazo. Es tardado, pero suele ser eficaz en las plantas. Es tener la certeza de que sean piedras naturales, no de cemento ni de otro compuesto sintético.

No existe una medida real, pero como recomendación es colocar un puñado en cada planta. Los minerales de este fertilizante se conservan bastante tiempo. Agregarlo después de la temporada lluvia, es decir, 1 vez al año.

Cenizas de leña, ramas o restos de hierbas secas.

Las cenizas, es fundamental considerarlo en tus opciones de fertilizantes naturales. Posiblemente, lo conseguirás en restaurantes que trabajen con leña o alguna persona que cocine con ella. También puedes adquirirla por tu cuenta, realizando una fogata con responsabilidad. Existe la opción de obtenerla sin hacer este proceso, solo procura indagar que sea de leña natural. Sin pinturas, ni tratados adicionales.

Utiliza 1/2 taza para cada planta. Con este fertilizante debes observar con atención. Hay plantas muy sensibles, aunque es en minoría. En esta ocasión también puedes agregárselo a fertilizantes líquidos como; Té de composta, Té de humus y Té de plátano.

Abonos verdes.

Este puede ser uno de los mejores fertilizantes que han existido, puesto que, nuestros ancestros lo practicaban. Se trata de sembrar las famosas “legumbres”. Estas plantas se encargan de almacenar nitrógeno en el suelo, además de otros nutrientes necesarios y airear la tierra.

Existen 2 formas de hacerlo, el original que es sembrar en la zona o maceta en donde programaras futuras siembras. Cuando estas legumbres empiecen a florear, se arrancan las plantas y se vierten en el mismo suelo que fueron sembradas. Para después sembrar de nuevo en el lugar con ese aporte nutrimental que dieron las legumbres.

La última opción es similar. En vez de arrancar en flor, se espera a que den sus frutos y se cosechan como un cultivo normal. Las dos maneras aportan los nutrientes al suelo, sin embargo, la primera opción es la que suministra mayor cantidad. También se puede sembrar al mismo tiempo que un cultivo, para crear nutrientes mientras se tienen esas plantas.

Aserrín y viruta.

Es una opción fácil, en ciudades que pueden acceder a establecimientos que trabajan con madera. Las carpinterías o madererías producen el residuo conocido como “aserrín” y viruta, en los cortes y desbastes de este material. El aserrín o la viruta debes procurar adquirirlo sin que la madera tenga ningún tratamiento, de preferencia. Este solo se necesita 1 taza por cada planta, para poder aportar materia orgánica suficiente en el suelo.

¿Cuál es mejor?

El mejor fertilizante siempre será el que tengas disponible. Todos estos fertilizantes son transformadores del suelo, por lo que siempre tendrás grandes beneficios. Cada uno es distinto, en tiempo en el que se vean los resultados. También mencionar, que unos son más tardados que otros. Siempre es válido adquirirlos, si es el caso, procura tener la certeza de que son 100% naturales.

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