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Los cepillos de dientes, como otros productos de nuestra vida diaria. En especial los que nos han hecho la vida más fácil, suelen ser de materiales dañinos. Desfavorable con el medio ambiente. Muchos de estos productos, sea cualquier marca, aparecen en nuestros mares, calles, en todas partes. Es triste saber que, en su mayoría, están orientados para seguir consumiendo más. En vez de poder, hacer un cambio radical, de no generar más basura.

Historia del cepillo de dientes.

El primer cepillo dental se data en el año 1489 en China, el cual contaba con un mango de hueso y sus cerdas de pelo de animal. Fue hasta el año 1930 que se desarrolló el primer cepillo dental que conocemos hoy en día. Aunque para llegar a un producto en aptas condiciones, se integró después de 8 años al mercado. Con un material de mango plástico y cerdas de nailon.

Cabe aclarar que nuestros antepasados usaban distintas formas y herramientas para cepillarse los dientes. Una de ellas y que se siguen empleando cuando no se tiene este utensilio, es la famosa técnica del dedo. Los egipcios utilizaron un derivado natural llamado “palos para masticar”, que eran hechas de ramas. En Egipto también surgieron algunas recetas de enjuagues bucales como higiene.

En Asia y el medio oriente, usaban una técnica en la que consistía masticar una rama de árbol llamada arak. Contenía los minerales necesarios y las fibras para limpiar los dientes. En la actualidad, se sigue utilizando. En algunas otras civilizaciones usaban palillos de dientes, pero en aquel tiempo, eran de oro.

Las partes y materiales de un cepillo dental comercial.

Las partes de un cepillo, en la actualidad, consiste en 2; el cuerpo o mango y la cabeza donde están las cerdas. Como se mencionaba en la historia del cepillo dental, antes por sí mismo era ecológico. Puesto que, sus partes eran de madera o hueso y pelos de animales. Inclusive los enjuagues provenían de ingredientes naturales.

La madera y cualquier sustancia proveniente de la misma naturaleza, se puede degradar aportando los nutrientes necesarios al suelo. Sin embargo, los cepillos dentales tuvieron un trágico cambio al sustituir la madera por el plástico. Esto sucede a la par de la industrialización.

El plástico ante el mercado solía y suele ser más económico, sencillo y fácil de obtener a comparación de otros materiales. Esto hizo que las marcas encargadas de fabricar los cepillos, vieran oportunidades económicas sin importar los desechos que generarían. Por ello, el cuerpo se realizó de plástico PVC (con goma en algunos casos) y cerdas de nailon (un derivado del plástico).

¿Por qué contaminan los cepillos de dientes?

El mago del cepillo comercial es hecho de plástico PVC. El PVC es un material que, en ocasiones, no suele reciclarse debido a su composición rígida. Existen muy pocos países y ciudades que contribuyen en darles una segunda vida. Sin mencionar, en la mayoría de los casos el mango de estos cepillos tienen una combinación de goma. Lo que hace aumentar la dificultad de su reciclaje. El plástico, en su mayoría, tardan unas décadas en degradarse. Y segregan con el tiempo las sustancias del plástico y de sus pinturas.

Por otra parte, están las cerdas del cepillo hechas de nailon. Es un polímero artificial utilizado en muchas ramas industriales, científicas y en la moda. No obstante, todo derivado del plástico, es por sí mismo contaminante. Existen diferentes tipos de nailon, inclusive hoy en día hay una combinación con cerdas naturales. Aunque sea mezclado con fibras naturales, sigue siendo contaminante.

Es por ello que todo el producto comercial infecta el suelo y el mar. Si nos vamos a la recomendación de los odontólogos, recomiendan cambiar el cepillo cada 3 meses. Si lo aplicamos, estaríamos arrojando 4 cepillos dentales llenos de plástico al año, directo a la basura. Sin que estos se degraden, afectando la vida marina y el suelo. Ahora pensar cuantas personas existen en el mundo. Sería una cantidad gigantesca el número total de cepillos en los basureros.

Cepillo dental comercial vs cepillo dental ecológico.

Hoy en día la diferencia entre estos dos cepillos dentales, radica en que el ecológico se degrada. Mientras que el comercial no tiene un tratamiento especial para su reciclaje. Si comparamos precios en el mercado, los cepillos comerciales son más económicos que los ecológicos.

Debido a que los comerciales tienen grandes producciones, por lo que sus costos de producción bajan y pueden venderse más baratos. En el caso de los ecológicos, no hace mucho tiempo empezaron a entrar en el mercado y por ser un producto un poco más artesanal. Sus precios a la venta son el doble o en ocasiones el triple del precio de venta de un cepillo comercial.

Muchos nos vamos a lo económico, pero en realidad, en este sentido puede ser una moneda con doble cara.

Ventajas y desventajas de los cepillos de dientes ecológico.

Los cepillos dentales ecológicos tienen muchas variaciones. Actualmente, las marcas se están orientando a lo ecológico, por lo que resulta haber gran variedad de estos cepillos. Madera, bambú, silicona, etc. Los productos que cumplen con el famoso “100% ecológico” son los de bambú. Por no necesitar de árboles para su construcción ni materiales artificiales.

Cabe aclarar que hasta la fecha no se ha desarrollado un cepillo dental 100% ecológico. Debido a que, no existe una sustitución natural al nailon. Pueden venderte un cepillo ecológico, pero en realidad no lo son. A pesar de ello, es mejor opción que uno comercial. Cuando encuentres un producto, con cerdas naturales, se tendrá un cepillo dental 100% ecológico.

Un cambio esencial.

Es urgente hacer este pequeño cambio. Tal vez por ahorrarnos algo de dinero, no queremos invertir en productos orgánicos y naturales. En realidad, gastamos más en otras cosas de un solo uso y sin detenernos a pensar si lo necesitamos. Quizá no sea un producto 100% ecológico, pero se cambia hábitos que pueden beneficiar el entorno y el planeta.

Los cepillos tradicionales, al ser marcas reconocidas, en ocasiones influye el marketing que se les da. Por ejemplo, la recomendación de un odontólogo. ¿Por qué instruir a la sociedad a comprar productos que dañan el medio ambiente?

Que no te persuada el marketing, que no te absorba el consumismo y cuestiónate más de los productos que adquieres. Como lo es un simple cepillo dental. Haz este pequeño cambio y así empezarás a contribuir con el medio ambiente desde casa.